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Los mercados de la Lagunilla y El Chopo, la película "La vocación de Magdalena" con Angélica María y un libro de la fotógrafa Graciela Iturbide hicieron posible recrear el mítico concierto de Avándaro en 1971.
Durante varias semanas los diseñadores de producción Connie Martínez y Christian Galindo recorrieron comercios de la capital mexicana y vieron películas para dar con el look exacto setentero para el filme Autos, mota y rocanrol, ahora en posproducción.
Protagonizada por Alejandro Speitzer y Emiliano Zurita, recreará lo que comenzó como la planeación de una carrera de autos por parte de dos jóvenes y terminó siendo accidentalmente el encuentro de una veintena de bandas musicales y cerca de 300 mil personas.
“Había algunas fotos a color, un diario del Estado de México las tenía impresas y ahí fuimos viendo los colores que había en el concierto, como las carpas. Estuvimos viendo cosas de la época, la película La verdadera vocación de Magdalena donde Angélica María sale de una chava que termina tocando en Avándaro y era muy padre ver los espacios, la vibra de ese momento”, comenta Connie Martínez.
“Los colores predominantes eran el rojo, había muchas carpas, lonas de ese color, muchos naranjas, impermeables amarillos que parecerían de ahora, pero realmente el modelo no ha cambiado. Había color ladrillo, chedrón”, añade Galindo.
El reporte oficial de Avándaro, el mítico concierto rockero efectuado entre el 11 y 12 de septiembre de 1971, tres meses después del llamado Halconazo en el que se reprimió una marcha en el Casco de Santo Tomás, marca que hubo varios borrachos e intoxicados, una amenaza de aborto y muchos piquetes de mosquitos.
Diversos tianguis fueron visitados por Christian y Connie a fin de encontrar telas que pudiesen funcionar para reproducir la época.
“Fuimos a la Lagunilla y encontramos a una persona que se dedica a la venta de ropa de la época y Christian vio un poncho del Mundial de 1970 que tenía colgado y era una joya de pieza, le dijimos a la de vestuario. Nos terminó vendiendo un tocadiscos”, narra Connie.
La propuesta visual del filme es convertirlo en un falso documental. Se ocuparán imágenes de la época y lo hecho por la producción. Por ejemplo, si en una escena original sale una persona bailando, entonces la producción hizo un acercamiento a un actor personificado como tal.
Autos, mota y rocanrol, de José Manuel Cravioto, está basado principalmente en las memoria de Justino Compeán, uno de los creadores de Avándaro, con el apoyo de la familia del otro “culpable” Eduardo López Negrete. Se prevé su lanzamiento comercial en 2024.