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Todos se habían resignado a que Los juegos del hambre (The hunger games) terminaron en 2015.
La saga de Katniss Everdeen escrita por Suzanne Collins había llegado a su fin y francamente todos, incluidos Collins, el director de las películas Francis Lawrence y la productora Nina Jacobson, estaban ansiosos por tomarse un descanso y hacer algo más.
Varios años después de Sinsajo. Parte 2 los mensajes de texto relacionados con Los juegos del hambre entre Lawrence y Collins rara vez pasaban de enviarse capturas de pantalla de sus películas en las categorías de Jeopardy.
Luego, en 2019, Jacobson y Lawrence recibieron una llamada: Collins estaba dando los toques finales a algo nuevo, una precuela literaria ambientada 64 años antes de que Katniss se ofreciera como tributo. Se centraría en un joven Coriolanus Snow (antagonista de la saga original) y habría un gran elemento musical proveniente del Distrito 12.
Los juegos del hambre: balada de los pájaros cantores y serpientes, protagonizada por Tom Blyth y Rachel Zegler como Coriolanus Snow y Lucy Gray Bird, llega a cines de todo el país mañana en otro momento de transición para Hollywood, donde las películas de Marvel ya no son algo seguro y, por primera vez en mucho tiempo, los filmes más importantes del año no son franquicias.
“Espero que sea una experiencia cultural compartida y una experiencia comunitaria en un momento en el que no tenemos demasiadas”, dijo Jacobson.
“Cuando suceden películas tan diferentes como Barbie y Oppenheimer, se demuestra que, si le brindas a la gente una historia original, con una narración audaz y un cineasta con voz, ellos se darán cita (en el cine). Y esperamos ser parte de esa manifestación”.
