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Hace 10 años el productor cinematográfico Ignacio Casares se acercó a la cantante michoacana Rocío Vega para platicarle la idea de hacer una película basada en su vida.
La mujer, que había recorrido parte de Sudamérica y México mostrando su talento, no le creyó del todo.
“Luego regresó ya con la idea completa y me di cuenta que estaba persiguiendo también un sueño, como el que yo tuve cuando deseaba ser cantante”, recuerda la líder del Grupo Mezcal.
Así surgió La voz de un sueño, cinta que estrena este fin de semana en salas nacionales, protagonizada por Iazúa Larios (Espiral), con la actuación de Patricia Reyes Spíndola, María León y Mario Zaragoza.
“No es alguien ficticio el personaje, es un homenaje a su biografía, pero en realidad hay ficción y eso nos dio libertad para construirlo.
“No era imitar a alguien, su carácter o su forma de ser, era hacer algo a partir de la ficción”, comenta Iazúa.
La cinta sigue a Rocío, una chica que decide salir del entorno familiar en el que se trabaja el cobre para estudiar en el Conservatorio de la ciudad, pese a la negativa del papá.
Por una enfermedad grave de su madre, debe regresar 10 años después, quizá para dejar el sueño que tenía de pequeña.
“Me encanta cantar y estuve estudiando bastante para esta película”, cuenta Iazúa, la misma Rocío me ayudó mucho en el proceso”.
En el aprendizaje también se metió la realizadora Analeine Cal y Mayor (El niño que huele a pez), quien junto con el actor Salvador Sánchez asistió a ver la creación del cobre.
“Y ver con un músico cómo debe dirigirse una orquesta, al final, el cine es un trabajo de equipo y no todo se puede saber, hay que darle lugar a quienes sí”, comenta la cineasta.
Otros, como la ex vocalista de Playa Limbo, la tapatía María León, usaron la experiencia personal para confeccionar a su personaje, antagónico del principal.
La cantante fue en su momento bailarina y las de mayor experiencia, narra entre risas, la veían por encima del hombro.
“Me imaginé que tenía que ser así de rudo, pero al final no fue necesario”, cuenta divertida.
“Al final hay personajes que creo que a varios les gustaría que existieran, como el mío, pareja de Iazúa, que la apoya y siempre llega con la verdad”, abunda Axel Ricco.
La voz de un sueño se rodó en locaciones de Morelia, Santa Clara del Cobre y Zirahuén, Michoacán.