Espectáculos

La fiesta camina entre la nostalgia y el voyerismo

La puesta en escena se desarrolla en los años 90, época sin redes sociales

Un grupo de amigos gay se reúne en la casa de uno de ellos para hacer una fiesta. Foto: Mejor Teatro
25/09/2023 |01:50
Armando Pereda Maldonado
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El desnudo total que hay en la obra teatral La fiesta pasa a segundo plano porque lo que sucede en escena es muy divertido y conserva la nostalgia de los años 90, cuando no habían redes sociales y las personas no ligaban con las aplicaciones móviles como lo hay en pleno 2023, aseguró el director Gerardo González.

“Es una obra sui generis que hicimos hace 27 años, yo estaba en el elenco, ahora me toca dirigirla junto con el maestro Guillermo Navarro; es un montaje que siempre ha causado polémica”, explicó en entrevista dentro de las instalaciones de EL UNIVERSAL.

La puesta en escena se reestrenará el próximo 29 de septiembre en el MarkeTeatro; la trama está ambientada en 1996, hay siete amigos gays que se reúnen en casa de uno de ellos a hacer una fiesta donde van a jugar una dinámica al estilo de verdad o reto, donde tienen que hacer una serie de castigos y muchos de ellos los llevan al desnudo.

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“Yo no quise trasladarla a 2023 porque quería tener un poco de esa nostalgia de lo que era ese tiempo antes de las redes sociales, antes de la aplicación que se llama Grindr, que me parece tan fuerte”.

González explicó que quiso guardar esos momentos donde la gente se reunía, jugaba, ligaba en un bar, a lo mejor en una fiesta que alguien lo invitó, además se conservan las referencias culturales noventeras.

“Al final de cuentas todos terminan desnudos, no es fácil hacer un casting para una obra como ésta, porque de alguna manera ha habido quien nos ha criticado que no haya presencia de otro tipo (de cuerpos), de que somos gordofóbicos, que yo no estoy de acuerdo”.

Aunque todos los personajes son homosexuales, el director aclaró que no es necesario ser de la comunidad LGBT+ para disfrutar la obra, pues es para el público en general.

“Le estamos ofreciendo al público dos horas de mucha risa y taco de ojo. La dificultad es responder ¿cómo me vas a divertir o entretener? No me puedo quedar dos horas viendo un miembro o las pompas de alguien, sino a ver qué sigue”.