La industria del espectáculo ha promovido por años cuerpos perfectos: mujeres con cinturas diminutas, sonrisas deslumbrantes y senos prominentes; hombres con abdomen y brazos marcados.
Los estereotipos sobre ese ideal del ser humano han provocado que muchos sucumban a procedimientos estéticos. En muchos casos el resultado deriva en la distorsión grave de la imagen y en daños sicológicos pero incluso en donde el procedimiento tuvo buenos resultados, famosos y especialistas coinciden en que la industria ya debe replantearse aceptar cuerpos reales, así como el paso de la edad.
La actriz Iliana Fox (El último rey), por ejemplo, está por quitarse los implantes de senos que se puso hace años.
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“Supongo que en algún momento sí me pidieron algo de la nariz y definitivamente me negué. Donde sí acepté fue en el pecho, no que acepté porque yo fui sola al doctor, pero sentí esa presión, cosa de la que me arrepiento tremendamente. Le voy a poner solución y lo haré público”, dice.
El actor Lambda García también reconoce haberse operado para encajar, algo de lo que se arrepiente.
“A mí todavía me tocó la perfección total en la televisión, en la que tienes que tener un cuerpo específico, una sonrisa, la nariz”, señala.
“Yo me operé la nariz porque sí se me pidió, entré en esta vorágine de ‘es que para tus close ups y tus laterales, tu nariz está un poquito aguileña, yo creo que nos la operamos’, y en esta cosa de ser chavito y querer más, dices ‘ok, voy a entrar a este círculo’, me la operé”.
Actualmente, dice, le encanta cómo quedó su nariz, pero sabe que no tendría que habérsela operado.
El médico cirujano Gamaliel Valdés Román, con especialidad en cirugía estética, dice que en la actualidad muchas quieren parecerse a actrices como Belinda y Eiza González, mientras que hace cinco años el prototipo era un cuerpo como el de Kim Kardashian.
Destaca cómo desde las televisoras se exigía tener ciertas características físicas.
“La cirugía plástica era una prestación, casi de ‘te operas si quieres protagónico’. Tengo amigas que me lo han confirmado, a veces ni era tan necesario pero era un requisito. Muchas fueron impulsadas a operarse muy jóvenes”.
Lo más importante, dice, es que se tomen en cuenta los riesgos, por ejemplo, en implantes de senos puede haber contracturas o que el cuerpo lo rechace años después.
Algo que remarca Fox: “Me parece muy importante que empecemos a hablar de lo peligroso que es operarte en cualquier parte de tu cuerpo, modificar algo estético cuando no es necesario”.
El problema, dice Valdés, es que afecta no sólo a las celebridades, sino a quienes consumen contenidos de entretenimiento, pues pueden someterse a procesos peligrosos.
El odontólogo Juan Álvarez Nieto lleva 15 años trabajando con Televisa y Azteca, atendiendo no sólo a los artistas sino a ejecutivos y gente que trabaja en esas televisoras. En su experiencia, una industria tan competitiva, en la que los actores no tienen tiempo para la ortodoncia (brackets), los lleva a tomar caminos rápidos, como el uso de carillas.
“Probablemente un 40 o 50% de los actores y actrices arriba de los 25 años tienen carillas o coronas. Nosotros hacemos a las chicas que van a los concursos de Miss Universo, Mexicana Universal con Lupita Jones, entonces, con ellas desafortunadamente hemos tenido que tocar los dientes para poder poner una carilla”.
Explica que él les suele sugerir otras alternativas, pero por el tiempo no lo hacen.
“Es gente expuesta en tv y no se atreven a traer brackets, entiendo que es difícil, pero se podría lograr. Es una carrera terriblemente de competencia, si no quieres le llaman a otra persona y que protagonice”, sentencia.
En su experiencia, la mayoría de los artistas pagan por sus tratamientos, pero hay casos en los que son las propias producciones en donde se absorben los gastos.
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Bárbara Torres, escritora, productora y quien está detrás de Excelsa de La familia P. Luche, dice que de ella siempre se hicieron muchas bromas de su nariz, pero que nunca le faltó trabajo por esa característica.
“Una vez una revista me ofreció hacerme la cirugía y pagar todo y yo, ‘¡están locos!’ En Televisa nunca me pidieron nada, yo llegué sin ser el estereotipo y nunca, juro que nunca, tuve problema con eso”.
Alejandra Barros es otro ejemplo. Aunque le comentan que se operó la nariz, ella lo niega, pues dice que si se la hubiera operado, “no la hubiera dejado de ese tamaño”.
“No hay que caer en esa tentación de agradar a alguien más, sin tener confianza en ti misma, saber qué sí o qué no. Que sea una decisión tuya, no la exigencia de alguien de afuera. En mi caso logré no caer en esas tentaciones”.
ILIANA FOX
Actriz
Me parece muy importante que empecemos a hablar de lo peligroso que es operarte en cualquier parte de tu cuerpo”
Diversas mujeres de la industria nacional e internacional han hablado acerca de sus cirugías y de cómo han aprendido a quererse a ellas mismas y a sus cuerpos, entre ellas Michelle Renaud, Bella Hadid, Courteney Cox y Jane Fonda.
La protagonista de “La herencia” hizo público en 2020 que se sometió a una explantación, es decir, se retiró los implantes de senos, luego de identificar síntomas de la enfermedad por implantes mamarios tras siete años de tenerlos: manchas blancas, acné y resequedad en la piel, mareos, cansancio y colitis; y ver otros casos de mujeres que habían hecho este mismo proceso.
“La estética JAMÁS va a estar por encima de mi salud”, escribió en su cuenta de Instagram, y contó que ella no quería dar un ejemplo de no aceptación del cuerpo a su hijo o a su hija, si llega a tenerla.
En una entrevista reciente para Vogue, la modelo Bella Hadid comentó que a los 14 años se hizo la cirugía de nariz, algo de lo que hoy se arrepiente: “Ojalá hubiera mantenido la nariz de mis ancestros”.
Lo que sí negó es haberse hecho levantamiento de cejas y de llenarse los labios, pues la gente la compara con una foto donde tenía 13 años pero ella refiere que nadie es igual en esa edad que en la adultez. Para sus ojos levantados, reveló el truco: cinta facial.
La actriz y modelo de televisión ha hablado públicamente acerca de sus tratamientos estéticos, mismos de los que se arrepiente, pero también entiende muy bien de dónde venía esa necesidad de retrasar cualquier símbolo de envejecimiento.
“Sólo ser mujer en este negocio… envejecer no es la cosa más fácil, pero he aprendido lecciones”, comentó durante una expedición televisada con el aventurero, Bear Grylls. Ahora, asegura aceptarse a sí misma y fluir con el paso del tiempo.
La actriz también ha hablado públicamente acerca de sus cirugías: “No puedo pretender que no soy vanidosa”, dijo a la revista Elle Canadá, y confesó que sí, aunque se ha hecho cirugías, también trabaja para aceptarse como es,
"No puedo pretender que no soy vanidosa, pero no habrá más cirugías plásticas, no me voy a cortar más", dijo Fonda a la revista. "Tengo que trabajar todos los días para aceptarme a mí misma, así no me resulte fácil".
En una entrevista con “De primera mano”, la influencer comentó que ella es muy partidaria de las cirugías y tratamientos estéticos, de hecho tiene varios, pero también aseguró estar arrepentida de hacerse algunas intervenciones de mala calidad desde que tenía 19 años, cuando en un deseo por hacer más grandes sus glúteos, le inyectaron polímeros, algo como lo que le hicieron a Alejandra Guzmán.
"Yo cometí la tontería de ponerme polímeros -ya me los retiré- pero tengo como residuos", compartió y dijo que aunque no tenía problemas con ellos, sabía que podían comenzar a necrosarse.
PROTOTIPOS imposibles
En 2017 el cuerpo de Kim Kardashian era el ideal. Hoy, la tendencia estética es la de Eiza González y Belinda, que son delgadas y con foxy eyes (ojos rasgados), explica el doctor Gamaliel Valdés Román.
EL DATO
Lambda García está conforme con su nariz pero se arrepiente de haberla operado.