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“Creo que mi cintura choca con mi cultura, tropiezo con la arena ya no me puedo controlar”, canta el español Álvaro Soler en su sencillo “La cintura”.
Con un ritmo pegajoso el tema, hecho para bailar, contradice hasta cierto punto la esencia de Soler.
“Es una canción un poco irónica porque habla de mi cintura que no sé mover. Todo el mundo, sobre todo en Europa piensa que como cantas en castellano ya tienes que ser el latin lover que canta y hace todo ese tipo de cosas”, se sincera.
“Yo les quería explicar: ‘yo soy español, no soy mexicano, ellos tienen más el ritmo latino”, bromea.
Soler promociona su más reciente álbum que tituló Mar de colores, material del que se extrae el sencillo “La cintura” que ya suma más de 100 millones de reproducciones en YouTube.
Con apenas dos discos de estudio —Eterno agosto y Mar de colores— Soler comenta que ha buscado mezclar ritmos siempre manteniendo su estilo propio pero aventurándose con géneros como el urbano.
“Uno no debería tener la mentalidad de cerrarse a hacer un solo estilo de música porque eso es ponerse piedras en el camino, hay que adaptarse y evolucionar como artista”, comenta en entrevista.
“Con ‘La cintura’ fue interesante investigar más los ritmos urbanos. Lo que no haría es decir ‘voy a hacer un reggaetón’ o ‘voy a hacer algo electrónico’, lo que sí es coger un par de elementos de cada uno y tener una mezcla interesante”.
El intérprete de “Sofia” es proveniente de Barcelona y, aunque desde pequeño se interesó por la música, fue después de cursar los cuatro años de la carrera en Ingeniería en Diseño Industrial que decidió dedicarse de lleno a lo que lo apasionaba: la música.
“Para mí era como una especie de terapia, un momento de descanso durante la carrera”, recuerda.
“El arte es una vía de escape y un momento en el que puedes estar contigo mismo; pones las noticias hoy en día y te deprimes por todo lo que hay pero el arte tiene una dimensión mucho más amplia que todos los problemas que nos rodean”, comenta.