En su nuevo filme La vieja guardia (The old guard), Charlize Theron es una supermujer que posee una fuerza sobrehumana, es inmortal y ha visto morir a sus seres más queridos, por ello sus atributos le parecen una maldición.
Charlize interpreta una vez más un personaje femenino poderoso, fuerte, en igualdad de condición que un hombre, ya antes lo había hecho en filmes como Mad Max o Atómica y al igual que con este último filme, se pone en la silla de productor, pues desea morirse haciendo películas que hablen sobre las mujeres que menos representación tienen en pantalla.
“Las mujeres que he interpretado son de quienes poco se habla, me gusta sentir que puedo darle voz a distintas mujeres, así sean asesinas seriales como en Monster, relegadas como en Mad Max o abusadas como en Bombshell. Ahora interpreto a esta superhumana que sé que es ficción, pero al igual que todos, tiene un pasado que la atormenta y no le permite avanzar”, señaló.
En esta producción de Netflix que estrena hoy, Charlize da vida a Andy, una guerrera inmortal que dirige una banda de mercenarios que, como ella, cada vez que son asesinados, reviven.
En algún punto de la historia Andy dice a su grupo de aliados que “es casi imposible desaparecer en el mundo en el que hoy vivimos. “No tenemos todas las respuestas, pero tenemos un propósito”, ¿pero cuál es el propósito de la ganadora del Oscar?
Charlize confesó que ver crecer a sus hijos —ambos pequeños son adoptados, de raza negra y aunque el mayor nació siendo un niño, se identifica como niña— y dejarles un mundo en el que se sientan representadas y no juzgadas.
“Soy mamá de dos pequeñas, es una sensación abrumadora la que tengo diariamente. Intento dejar algo para ellas, ese es un gran propósito. Como cualquier madre, quiero protegerlas y verlas prosperar. Como actriz y productora deseo que se sientan representadas también en el cine. Me importa la humanidad en un grado inmenso, y me preocupo por estas cosas aún antes de tener hijos. Una vez que te conviertes en mamá, cada día tengo un recordatorio de que hay dos caritas que me miran, cambia tu perspectiva y te hace entender cuán importante es tratar de darles algo que realmente merecen”, expresó.
Aunque en la película, que se basa en un cómic creado por el argentino Leandro Fernández y el estadounidense Greg Rucka Charlize, no puede morir, en la vida real la actriz comentó que existen varias cosas que le interesaría hacer antes de morir y también señaló cómo le gustaría ser recordada.
“Lo que más me gusta es hacer cosas que me hacen sentir viva. Me interesa hacer este trabajo, las cosas en las que creo. Quiero estar segura de no exponer una condición o cualidad humana que no sea verdadera. Para mí es importante reconocerme en lo que interpreto. Los problemas a los que todos nos enfrentamos no son deseables, ni fáciles de encarar, pero son reales. Me gusta meterme en la psicología del personaje, e indagar en el comportamiento psicológico, mirarlo desde mi propia vida”, añadió.