En redes sociales he visto, con más frecuencia, a escépticos preguntando por La casa de papel. Parece que las vísperas de Semana Santa los ponen en mood de Santo Tomás, por aquello de “ver para creer”.

Para los que nos quedamos en la ciudad, en un acto de puritita contrición —ay, ajá, más bien #porquepobres—, podría ser un buen momento para escuchar esos cantos de sirena que recomiendan la serie y darle una oportunidad.

La producción española ha resultado toda una sorpresa, incluso para los mismos realizadores y actores. ¿Qué hace a La casa de papel tan atractiva? Bueno, pues que es un cuento sobre un plan, tan detallado, tan específico, que lo único que lo puede echar a perder es la naturaleza humana.

Desde el primer capítulo, uno quiere saber cómo es que un grupo de ocho bandidos hará para robar la casa de Moneda en España sin matar a nadie y, que además, se darán el lujo de terminar como héroes.

Sí, obvio hay romance, besos y pasión, pero no al estilo de telenovela noventera. Hay sangre, explosiones, disparos y gritos, pero nada tan elaborado como una película de acción hollywoodense. Misterio, suspenso e incertidumbre también están presentes porque el rompecabezas es hasta morboso y lo peor, no te imaginas cómo los personajes toman decisiones mientras el reloj corre.

La segunda temporada la estrena Netflix la próxima semana y eso ha despertado el furor de aquellos que terminaron la primera y quieren saber en qué finaliza este cuento. Álvaro Morte, quien interpreta al Profesor —y quien me hizo sentir como la Inspectora por los minutos que duró la charla— dice que los personajes son como la resistencia y las personas siempre tienen simpatía por ellos.

En un breve spoiler, tanto Tokio, como Berlín, Río y los demás miembros de la banda, tienen por intención darle un golpe al sistema económico de la España ficcionada.

El personaje de Morte logró ser este nerd que también tiene que lidiar con sus emociones más primitivas. En otro spoiler, el actor dice que no fueron más difíciles las escenas de acción (incluidas en donde cierta mujer le da unos buenos golpes) que las emocionales, porque sí, incluso el Profesor derrama lágrimas por las bajas que habrá.

Basta de spoilers. Aún hay muchos que esperan el final. A mí me encantó la producción de Atresmedia (y que pronto se podrá ver en México a través de Atresmedia Internacional en la tv), la devoré en días. Obvio que hay a quienes no les gustó ni a los que les gustará, pero para eso es la pluralidad.

Para atascados (y pecadores) tenemos a Lucifer, la serie se puede ver por Universal Channel o por la plataforma de streaming más popular. Está chistoso ver a un diablo que habla de sus problemas familiares, los cuales incluyen a los ángeles y a un ser supremo. Además queda perfecto, porque estamos en días del Señor.

Twitter: @ieriukatv

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