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janet.merida@eluniversal.com.mx
Imagínense a siete apasionados del cine haciendo lo imposible en Berlín: filmar con el mínimo de gente, en un país extraño, sin permisos pero dando vida a Bruma.
La película de Max Zunino cuenta la historia de Martina, una joven que vive en la CDMX bastante insatisfecha con su vida actual: la acaban de correr del trabajo por “un problema”, está a punto de romper su noviazgo y se da cuenta que está embarazada.
Abrumada y sin decirle a nadie, compra un boleto de avión a Berlín para buscar a su padre pero, en el fondo, buscarse a sí misma.
Ya en Berlín, se encuentra no sólo con un mundo que gira distinto, encuentra también a Angel, un personaje delicado y elegante que no se define como hombre ni como mujer, y que canta —al estilo drag— en un cabaret. Angel y su padre tuvieron una historia, pero curiosamente Martina y él crean un lazo único, como un respiro de aire fresco y sanador.
“Se convierte en esa figura maternal y allí hay otra línea de la película: la posibilidad de tener las raíces y la familia que uno elige. Martina sale huyendo y se encuentra con una realidad que la atraviesa, que hace que de pronto se decida que es de allí más que de su familia y de su casa”, dijo la protagonista, Sofía Espinosa.
El director recordó un poco de la charla que sostuvieron con Dieter Rita Scholl (Angel) previo al filme.
“Le dijimos: necesitamos que nos abras tu vida, tu trabajo, tu casa, tu historia. Se quedó un poco sorprendido pero aceptó. El personaje se parece mucho al de la vida real, la casa de Angel es su casa en realidad, el lugar donde canta es uno de los lugares donde se presenta, la historia del padre de Martina es una historia de él y eso es un poco el método de Bruma, inducimos nuestra pequeña ficción en la realidad”.
Así, con su Canon C500 al hombro el equipo andaba de un lado a otro en Berlín: en el Metro, en la calle y el aeropuerto, lugares donde los permisos salen carísimos pero que ellos pudieron captar sin mayor problema. Hoy, a dos años de dar vida a Bruma, los actores recuerdan esa época como llena de sorpresas, como cuando filmaron sin permiso en una base de espionaje abandonada, o cuando se dieron cuenta que la misma ciudad era un personaje en el que Martina podía encontrarse y tener sus pequeñas grandes victorias, sin dejar de lado sus “defectos”, como su cleptomanía. “Creemos que los personajes heroicos son interesantes pero en nuestras películas nos interesan más esos pequeños cambios de los personajes que son imperfectos, torpes”.
El filme se estrena el 5 de abril.