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demoró casi un año en acceder a filmar un documental sobre su trayectoria. Cuando lo vio por primera vez , miró a su hija y exclamó: "¡Oye, vaya vida que he tenido, coño!".
Con más de 70 años de carrera, la superestrella puertorriqueña ha ganado dos Emmy, un Grammy, un Oscar y un Tony, fórmula llamada EGOT en la industria del espectáculo y conquistada apenas por 16 personas.
Moreno es la única latina entre ellos, sobreponiéndose al racismo y al abuso sexual en Hollywood décadas antes del #MeToo, así como a un tumultuoso romance con Marlon Brando.
A los 90 años está en la gran pantalla con "West Side Story" , la nueva versión de Steven Spielberg de la película con la cual ella ganó un Oscar en 1962 interpretando a la aguerrida Anita, ahora encarnada por la estrella de Broadway Ariana DeBose.
Con el personaje de Valentina, creado para ella, Moreno podría conquistar otra estatuilla.
Para la actriz la experiencia fue "divina", con la excepción de la escena en la que Valentina rescata a Anita de un ataque sexual.
"Fue muy difícil para mí. Fue surreal, extraño, difícil, emocionante. Mi cerebro me decía 'no, no, no, esa no es Anita, ¡tú eres Anita! Tenía que decirle a mi cerebro '¡no, no soy Anita!'", cuenta en entrevista telefónica.
Un "sueño americano" de mujer
El documental sobre su vida, "Rita Moreno: Una chica decidida a lograrlo", recorre los altibajos de la mujer que es considerada con frecuencia como la verdadera encarnación del "sueño americano".
Disponible en Netflix, arranca risas y admiración, pero también lágrimas.
"Yo me prometí que iba a ser lo más honesta que podía ser. Y así lo hice".
Moreno nació en Puerto Rico en 1931. Emigró con su madre a Nueva York a los cinco años. Bailando se abrió, muy joven, las puertas de la industria del espectáculo. "En aquella época no había modelos de referencia para chicas como yo", entonces eligió a Elizabeth Taylor.
En la pantalla grande recibió un sinfín de roles "étnicos" que ella interpretaba con "acento universal". Pero expandió su carrera en el teatro y la televisión.
Lin-Manuel Miranda, Gloria Estefan y Eva Longoria, entre otros hispanos de las siguientes generaciones, la ven como ese modelo que ella no tuvo.
La actriz confiesa que en el documental lo más difícil fue hablar sobre los bastidores de su matrimonio con el cardiólogo estadounidense Leonard Gordon , fallecido en 2010.
"Fue muy triste para mí. Fue la primera y única vez en el rodaje que tuve que pedir que cortaran porque iba a llorar".
Es más visceral al hablar de Marlon Brando: "Él era el papá a quien no podía complacer".
Pero muestra también su forma bien humorada de confrontar la vida. "¿Has estado alguna vez tan obsesionado con alguien que sientes como si no puedes respirar sin él? Así es como Marlon se sentía sobre sí mismo", bromea en un clip.
Una vida familiar
Rita Moreno fluctúa entre el español y el inglés. "Trato lo más que puedo de mantener mi español puertorriqueño, sin las S". Pero no siempre lo consigue, ni siquiera con su hija, Fernanda. "Ella entiende pero no habla, y cuando habla tiene acento y le digo 'ay please no, no con ese acento'", dice riendo.
Madre y abuela feliz, la actriz lleva una vida familiar en California. Ama cocinar y ostenta de su gazpacho: "Es de morirse".
Arranca el año con la temporada de premios de Hollywood. Su rol como Valentina la ha puesto cara a cara con su coestrella DeBose.
A la espera de las nominaciones para el Oscar, ambas están en la mira de los premios de la Crítica Cinematográfica y los Globos de Oro como mejores actrices de reparto.
"Llamé a Steven Spielberg y le pregunté '¿qué debo hacer? ¿debería ir a estos eventos?'", cuenta Moreno, preocupada de que su presencia deje nerviosa a DeBose.
"Él dijo: 'claro que sí, tienes que ir (...) fuiste elegida, tienes que estar allí'".
"Creo que Ariana se pondrá nerviosa de que me nominaron porque pensara 'oh guao, es Rita Moreno'. Pero a cada dos minutos le digo 'tú interpretaste a Anita, no yo, tú lo mereces'. Ella está divina".
Este año estrena además "The Prank", una comedia sombría en la cual interpreta a una profesora. "Es un monstruo de mujer", describe entre risas. "Y yo pensé, '¡ése es un gran papel para hacer ahora!'".
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