Como en todas sus ediciones, integra en sus filas a lo mejor en cuanto a talento se refiere; selecciona a 16 participantes de entre 7 mil 500 aspirantes.

Sin embargo, para esta nueva emisión, Lola Cortés , “la crítica de hierro”, dejó en claro desde la primera presentación que ninguno de los 18 finalistas para entrar estaba apto para hacerlo, por sus “lamentables” interpretaciones.

Además de esa dura observación, Cortés agregó que mucho menos estaba apta Rubí, la recordada quinceañera que se hizo viral por aquel video donde su padre invitó "a todos” a celebrar a la ahora participante del reality.

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“El elemento melodramático es la materia prima de cualquier reality show, máxime si se ha transitado por la pobreza, el rechazo laboral o social, las enfermedades o un entorno familiar violento, y más si de jóvenes promesa se trata”, asegura Roberto Rondero, crítico especialista en contenidos de tv, respecto a las razones por las que el programa presenta a los concursantes con historias duras de su pasado.

Y se quedó en eso, en materia prima, pues los jueces y la producción pasaron por alto la situación emocional por la cual Rubí atravesó en aquel momento en que se volvió viral en Internet.

“Pasé por un ciberbullying increíble, fue muy duro para mí, pero quiero dejar eso atrás y demostrar de lo que soy capaz”, mencionó Rubí a la terapeuta Anamar Orihuela Rico.

Por esa situación, el panel de críticos de “La Academia”, Lola Cortés, Horacio Villalobos, y Arturo López Gavito , reprendieron a la participante.

“Si vas a tener que ir con la terapeuta cada que salgas de una presentación, esta no es la carrera que debes llevar”, señaló Horacio Villalobos, quien fue secundado por Lolita Cortés y López Gavito.

Rubí aclaró la situación por la que lloró después de su participación el pasado 6 de junio.

“Sentí que todo el peso del programa caía sobre mí, quisiera liberarme de lo que pasó con el video que se volvió viral en 2017 y demostrar de lo que soy capaz en este programa”, señaló la exquinceañera durante el primer concierto del show.

“El lunes no lloré por las críticas de Lola, lloré porque creí que la prensa decidiría que no continuara en el programa”, aseguró la participante oriunda de San Luis Potosí.

En contraste, los críticos se mostraron con una mayor apertura ante la participación de Fernanda, quien cantó el tema “Paloma negra” y abandonó a la generación anterior por problemas emocionales que le provocó su entorno familiar, y regresa por la motivación de su hija.

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Esta historia y su presentación conmovieron al panel, en especial a Lola Cortés, quien se sinceró ante el pasado de la académica.

“Habemos muchas personas que padecemos trastorno de ansiedad y vivimos felices”, expresó Cortés en tono comprensivo, lo cual estuvo lejos de mostrar ante una menos talentosa Rubí.

“Cuando alguien como Rubí ingresa a un reality con supuestamente lo mejor en voces y habilidades artísticas, el ‘gancho’ para su permanencia es generar morbo y ataques de los mismos jurados y maestros”, manifiesta el especialista Rondero, respecto a por qué la actitud en contra de Rubí, quien se ha convertido más en un señuelo.

“Después de 20 años, ‘La academia’ debe hacer valer uno de sus principios, y eso se remite a su propia denominación, un sitio de enseñanza, el apoyo y la instrucción, son sus misiones y valores. Atacar a Rubí por asistir al terapeuta es incongruente y va en contra de los propios principios del programa”, finalizó Rondero.

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