Karol Sevilla de niña fresa, pero, al mismo tiempo, siendo víctima de la falta de atención de su familia. Así es como se le verá en su debut cinematográfico como parte del elenco de Casi el paraíso, cinta basada en la novela homónima de Luis Spota, en donde la política, el poder, el malinchismo y la alta burguesía se ven reflejadas.
A la actriz y cantante, que contabiliza más de 17 millones de seguidores en Instagram, le toca interactuar con, entre otros, el italiano Andrea Arcangeli (Roberto Baggio, el divino) y los mexicanos Esmeralda Pimentel (Ahí te encargo) y Miguel Rodarte (Sierra Madre).
“Mi personaje es una niña que siempre ha vivido con todo, su papá es un político y ella es una niña fresa, pero le ha faltado mucha atención. Es una mujer víctima de lo que pasa hoy en redes sociales de que no sabes quién está detrás de esa pantalla y que se dejó apantallar por un chico guapo al que al final lo ve como el príncipe azul de la vida y, además, es extranjero”, detalla Karol Sevilla en entrevista.
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“Creo que es una víctima de lo que pasa y el personaje es el que hace que todos los demás se unan y sea un desastre, aunque se está a cuatro copas de saberse la verdad”, agrega la artista de 24 años.
Casi el paraíso se publicó originalmente en 1965, siendo el reflejo de lo que pasaba en México. Ahora es la ópera prima del director Edgar San Juan, quien adaptó la historia a la actualidad, bajo la producción de Film Tank, Cinépolis, Interlinea Films (Italia), Telemundo Studios, The Lift y EFD.
Su estreno se tiene contemplado para septiembre en al menos mil salas, la octava parte de las disponibles en la República Mexicana.
El trailer oficial fue lanzado a principios de mes.
“Se habla mucho de política que al final, como todo, hay una parte donde roban y ahí está muy marcada; también los medios de comunicación son un personaje muy importante porque (a los reporteros) los matan sólo por decir la verdad, por hacer su trabajo”, dice Karol.
La primera vez que se vio en pantalla grande, reconoce la actriz de Soy Luna y Amorcito corazón, estaba nerviosa. Relata que se fijó más en el delineador de su rostro, debido a lo abrumada que estaba en ese momento.
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“Hice mucho casting y como artistas que tenemos ego, eso me ayudó a poner los pies sobre la tierra y a entender que todos pasamos por ahí, no es que te llamen porque sí”, apunta la actriz.
“Ha sido un orgullo y saber que entré por la puerta gigante y haber tenido un miedo grande de ponerme al lado de artistas que son figuras en el cine mexicano. Hay quien tiene el concepto de que en el cine mexicano se habla de puras tonterías, pero hay una cultura y muestra lo que somos los mexicanos”.
Por el momento Karol no tiene más invitaciones para hacer cine, pero subraya que no lo dejará de lado, una vez que ya probó lo que es estar en un set del medio.