Pintaron de color rosa el graderío y la zona general del Estadio Azteca, ocuparon el espacio con buen baile y perreo, y llenaron con sus gritos los momentos de silencio en el show de su heroína: la primera noche de Karol G en México fue un homenaje al desahogo femenino.
“Hola, México. No puedo creer que estamos empezando el tour en un lugar que siento que es mi casa”, dijo La bichota al iniciar el primero de tres shows de su Mañana será bonito tour, que realiza en la Ciudad de México.
“Siempre he dicho que disfrutarse la vida y vivir de la mejor manera posible depende de uno, así que esta noche vinimos a pasar la noche más chimba, ¿sí o no?”, pidió a su fanaticada, la mayoría mujeres, apenas en su segunda canción.
Hubo hombres, claro, bailando entre el público, pero la mayoría al margen de las mujeres que ponían el ritmo, armando círculos y bailando juntas. No importó si se conocían o no, la idea fue disfrutar, en algunos casos hasta las lágrimas, entre los coros de la cantante colombiana.
“Yo sé que todos los que vinieron esta noche se saben todas las canciones”, dijo Karol G antes de enmudecer entre risas a causa de los gritos de su público: “¡Bichota, Bichota, Bichota!”, y continuó: “México, demuéstrame que aquí se la saben”, antes de arrancar con el tema “El barco”.
Más que ser sólo una cantante, la colombiana se ha convertido en un símbolo del empoderamiento femenino, respaldada por 80 mil asistentes, como Tania Cortés, una joven que acudió al concierto desde temprano.
“Karol G representa lo que somos hoy: independientes, fuertes, protagonistas, libres, chingonas, eso es ser bichota”, dijo mientras se abrazaba de sus amigas dentro del Estadio Azteca.
Para darles más motivación, Karol G les envió mensajes de empoderamiento toda la noche con discursos espontáneos y canciones que se han vuelto himnos para su base sólida de seguidoras, tales como “Bichota”, “Provenza”, “Tusa” y “Mercurio”.
“Porque en mi mundo creo en los finales tristes y en los finales felices, pero tú no estás ahí, bebé”, dijo con un dejo de despecho Karol, algo que replicaron miles de mujeres durante la canción “Por última vez”.
El público respondió coreando a lo alto, también imitando a Karol G con peinados y atuendos como shorts y faldas cortas, llenas de orgullo y sensualidad.
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Hasta las madres que acompañaban a sus hijas portaban las playeras con la leyenda “Mañana será bonito”, y las niñas llevaron puestos sombreros, que aunque eran grandes y les tapaban la mirada, lo portaron con el mismo orgullo que las mayores.
Blusas cortas y trenzas con extensiones de diferentes colores, desde rosa hasta los representativos de Karol: rojo y azul, que han acompañado a la cantante. Baile y canto. Una noche “con otra vibra, con otro ambiente”.
Pero también dedicó una canción a todos los hombres, para involucrarlos, para ponerlos a bailar y para demostrar cómo su música también ha permeado en ellos.
“A ver México también quiero escuchar a los hombres,quiero comprobar si se saben esta canción, se supone que ustedes hicieron famosa está canción así que quiero escucharlos”, y la colombiana interpretó “Tusa”.
Pero aunque es una mujer empoderada, también usa su música para cantar sus decepciones, así que Karol G interpretó “Amargura”, no sin antes recordarle a su público “No me pongan esa canción borracha hijoputa”.
El repertorio continuó en su última parte con temas como “mañana será bonito”, “Mientras me curo del cora”, y antes de cantar la canción final, con la bandera de México envuelta en el cuerpo, Karol subió a una niña pequeña al escenario, para volver a cantar “Amargura”.
Devolvió a la pequeña a su madre y cerró el repertorio con “Provenza”, la canción más esperada de la noche, y se despidió únicamente con un “Gracias México”, ante los 80 mil espectadores que se dieron cita. Su gira continuará esta noche antes de ir a otras ciudades del país.