, un barrio residencial en Los Ángeles, California, fue durante 11 años el hogar de la actriz . Allí vio crecer a sus hijos rodeados de amor y construyó grandes amistades. Esta semana, su comunidad fue devastada por un incendio forestal que arrasó las laderas de L.A, dejando importantes pérdidas materiales y algunas humanas.

En su perfil de Instagram, Souza compartió su tristeza por la tragedia, recordando los momentos especiales que vivió en el vecindario: “Las escuelas de nuestros hijos, nuestras iglesias, nuestra biblioteca—nuestra vida entera como la conocemos—se han reducido a cenizas”, escribió junto a un video que muestra el alcance del desastre y la labor de los bomberos.

Aunque ella y su familia están a salvo, Souza señaló la incertidumbre y el dolor que se respira: “Estamos manteniendo a todos los afectados cerca de nuestros corazones. Ya sea que hayas perdido un hogar, un recuerdo apreciado o un pedazo del lugar que amas, por favor, sepa que no estás solo”.

Personas ayudan a un bombero a estirar una manguera mientras un edificio de apartamentos se incendia, el miércoles 8 de enero de 2025, en la sección Altadena de Pasadena, California. Foto AP
Personas ayudan a un bombero a estirar una manguera mientras un edificio de apartamentos se incendia, el miércoles 8 de enero de 2025, en la sección Altadena de Pasadena, California. Foto AP

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La protagonista de "La caída" destacó la fortaleza y generosidad de su comunidad, confiando en que ese espíritu los ayudará a superar la tragedia. También agradeció a los amigos que se han preocupado por su bienestar y reconoció la valentía de los socorristas: “A los valientes bomberos y primeros auxilios que arriesgan todo para protegernos, les debemos una gratitud infinita”.

Finalmente, envió un mensaje de esperanza y unidad.

Las llamas en Pacific Palisades provocaron la evacuación de decenas de miles de personas. Durante la búsqueda de un refugio seguro, las carreteras colapsaron, obligando a muchos a abandonar sus vehículos y huir a pie con sus pertenencias, según reportó "Los Angeles Times".

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El caos dificultó el acceso de los vehículos de emergencia, que se vieron obligados a retirar los autos abandonados para poder avanzar.

Además, los fuertes vientos de Santa Ana, descritos por el Servicio Meteorológico Nacional como “potencialmente mortales”, han incrementado el riesgo de propagación del fuego.

Aunque no se ha informado un número exacto de estructuras afectadas, al menos 30,000 residentes han tenido que evacuar la zona.

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