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El rapero estadounidense Kanye West causó una polémica este martes en Haití tras declarar que el presidente del país caribeño, Jovenel Moise , le regaló una isla para desarrollar un proyecto turístico.
Las declaraciones del artista, a una radio de su país, causaron revuelo en las calles de Puerto Príncipe e incluso motivaron un desmentido categórico por parte de la Cancillería.
El marido de Kim Kardashian aseguró que el jefe de Estado de Haití prometió darle la isla de la Tortuga a él y al inversor Shervin Pishevar, durante una visita que el rapero hizo a la zona el pasado septiembre, en compañía del jefe de Estado haitiano.
"El presidente de Haití nos dio una isla (...) para desarrollar una ciudad del futuro", comentó West.
Las declaraciones del rapero tuvieron hoy respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores, que por medio de un comunicado recalcó que al mandatario "no le ronda la idea absurda de malvender el territorio nacional".
No obstante, el Ministerio aclaró que esto no va en menoscabo de mantener las puertas abiertas a cualquier inversión extranjera orientada al desarrollo y el bienestar de la nación.
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En la ocasión de la visita de Kanye West, a finales de septiembre, el presidente Moise invitó a los empresarios afroamericanos a invertir en la nación antillana, de población negra.
El propio rapero matizó este martes sus palabras, aclarando a través de las redes sociales que está "comprometido" con el Gobierno de Haití para hacer "una inversión transformadora" con la que aspira a "traer empleo, desarrollo, ayudar a apoyar a los agricultores y pescadores locales y construir una nueva ciudad del futuro en un país muy hermoso".
Sin embargo, los planes inversores de West pueden verse frustrados dado que en 1970 el dictador François Duvalier, mejor conocido como "Papa Doc", firmó un contrato de concesión de los derechos de explotación de la isla de la Tortuga con la empresa estadounidense Dupont Caribbean, por un plazo de 99 años.
Esa compañía, entonces dirigida por el empresario Don Pierson, nunca llegó a desarrollar ninguna inversión en la isla, una de las zonas más pobres de Haití.
En otras ocasiones, este contrato de casi un siglo de duración ha sido motivo para frustrar otros planes de inversión.
El caso más conocido es el acuerdo firmado en 2014 entre la empresa de cruceros Carnival y el Gobierno de Haití para construir un puerto de 70 millones de dólares, pero la compañía estadounidense acabó abandonando esos planes un año después.
Mucho antes de estos litigios, la isla de la Tortuga, ubicada a unas seis millas náuticas al norte del territorio principal de Haití, era únicamente conocida por haber sido refugio de piratas y corsarios durante la época colonial y por ser lugar de partida de botes de emigrantes, con destino a Estados Unidos.
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