Una de las acusadoras de R. Kelly testificó el miércoles que el cantante tenía un arma a su lado mientras la reprendía como preludio para obligarla a darle sexo oral en un estudio de música de Los Ángeles.
"Él tenía un arma, así que no iba a desobedecerlo”, dijo la testigo mientras relataba el episodio de 2018 en el juicio por tráfico sexual del astro de R&B en Nueva York.
Cuando ella vio el arma, dijo la mujer, Kelly le ordenó que no la mirara y le preguntó cuántos hombres había visto desnudos. También le indicó que actuara “emocionada como un cachorro” cada vez que lo viera a él, y agregó: “Todavía tengo mucho que enseñarte”.
Dijo que la última vez que vio a Kelly en la suite de un hotel en Nueva York, se resistió a tener relaciones sexuales con él y que él le advirtió que no lo desafiara, diciendo: “Soy una maldita leyenda”.
Kelly, de 54 años, ha negado en repetidas ocasiones que haya abusado de víctimas durante una carrera de 30 años propulsada por su éxito “I Believe I Can Fly”. Sus abogados han retratado a sus acusadoras como “groupies” (fanáticas) que mienten sobre sus relaciones con él.
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