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Para el actor Juan Ríos, estar en medio del escenario, completamente desnudo y moverse libremente ante el público, no es lo más intimidante que tiene que hacer en la puesta en escena Hombre perfecto, lo verdaderamente intimidante para él, es confrontar al espectador con la pregunta, ¿me gusta lo que estoy haciendo con mi vida?
“Desnudarse físicamente está sobrevalorado, yo sí suelo ser exhibicionista y suelo andar en calzones en casa, por eso no tengo problema con mostrar mi cuerpo, pero mostrar las emociones, las debilidades de un personaje, los obstáculos que ha enfrentado y encarnarlos arriba del escenario haciendo partícipe al público de ello, considero que es ahí donde se devela realmente el interior de un ser humano, por eso espero estar a la altura del personaje, para presentarle al espectador un reflejo de sí mismo”, dijo el actor, quien estrenará esta obra el próximo 30 de septiembre en el Teatro Jorge Negrete.
Hombre perfecto cuenta la historia de un personaje sin nombre quien, a través de múltiples reflexiones sobre los eventos pasados de su existencia, reconoce y acepta lo vivido mientras lo acumula literalmente en un costal, que representa no sólo su vida sino la confrontación a la que siempre se enfrentó en esos momentos.
Desnudarse físicamente está sobrevalorado, pero mostrar las emociones, las debilidades, es otra cosa”; Juan Ríos Actor.
“A partir de la vulnerabilidad donde te topas con el miedo, éste se tiene que convertir en un maestro para salir adelante, pero también para comprender que somos frágiles como la vida misma, si ese momento de inflexión no te avienta para adelante, quiere decir que ya quedaste en el camino, por lo tanto los problemas, como las enfermedades o los momentos de crisis son para afrontarlos y así descubrir nuestra fuerza”.
En casi 40 años de trayectoria artística en los que Juan ha enfrentado de todo, desde llamados con poco tiempo de preparación, hasta personajes que requieren una transformación física, esta es la primera vez que debe estar solo en el escenario contando una historia, y eso para él es un desafío enorme.
“Yo siempre he dicho que el teatro se hace en equipo y cargar el peso de una obra de manera solitaria sí lo hace más complejo definitivamente, pero al mismo tiempo asumo el reto como un regalo, como una especie de graduación o una posibilidad de juego y de crecimiento, porque para eso sirven los retos, por eso me siento afortunado de haber sido invitado a este proyecto”, indicó.
