Espectáculos

Juan Gabriel, vinculado siempre al palacio de Bellas Artes

Hace seis años se dio el último adiós al Divo de Juárez; su origen artístico, su apoteosis y el final de su carrera se dieron en el mismo punto

Juan Gabriel en Bellas Artes. Foto: Archivo/ EL UNIVERSAL
06/09/2022 |02:36
Jorge Emilio Sánchez
autor de OpiniónVer perfil

Alberto Aguilera Valadez nació en el seno de una familia numerosa y sus primeros años los vivió en Parácuaro, Michoacán; el cantante, después mejor conocido como Juan Gabriel, viajó, como muchos provincianos de entonces, a la Ciudad de México, para probar suerte en las disqueras de la capital.

Mientras conseguía un contrato, Juan Gabriel convivía con sus amigos en la Alameda Central, que está junto al Palacio de Bellas Artes; especialmente pasaba tiempo con Anathan Briss, quien aseguró en entrevista que el cantautor soñaba desde esa época con presentarse en ese recinto.

“Cuando de chamacos caminábamos por estas calles y pasábamos por el Palacio, Beto siempre me decía ‘algún día me vas a ver cantar aquí’, yo lo tiraba de loco, pero lo que son las cosas de la vida”, compartió Briss.

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“Por aquí corríamos (Alameda Central), a veces incluso cuando no teníamos dinero pedíamos de peso en peso a las personas para poder hospedarnos en los hoteles de 25 pesos, si no, dormíamos en estas bancas; íbamos hacia el quiosco de la Alameda y nos defendíamos de la lluvia; algo que no me cabe en la cabeza es saber cómo aquí donde nos conocimos es donde la gente lo despidió”, dice Anathan.

Apoteosis

Antes de que Juan Gabriel diera el salto definitivo a la fama tuvo que distanciarse de Anathan por una publicación en una revista de la época donde se aseguraba que ellos eran pareja, por lo que las disqueras no querían contratarlo, incluso, comenta Anathan, quitaron a Juan Gabriel del programa “Siempre en Domingo”.

Su carrera entró en franco ascenso, compuso más de mil 800 temas y artistas como José José, Rocío Durcal, y Vicente Fernández interpretaron varios de ellos.

Años después, Juan Gabriel realizó uno de sus conciertos más recordados, el 12 de mayo de 1990, y el que sería su primer disco grabado en vivo.

Después de 26 años de presentarse por primera y única vez en el Palacio de Bellas artes, Juan Gabriel perdió la vida en Estados Unidos, cuando a los 66 años de edad un infarto agudo de miocardio lo atacara.

Despedida eterna

Habían pasado nueve días de su fallecimiento, era 6 de septiembre, pero de 2016, cuando se daría el último adiós a uno de los compositores más importantes de la música mexicana, en el primer museo de artes que hubo en México.

Entre lágrimas, porras y canciones, fue recibido el cuerpo de Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes, por miles de seguidores, que desde muy temprano se dieron cita en el lugar al que arribó la urna donde se almacenan sus cenizas.

Al interior, el tenor Fernando de la Mora, acompañado por familiares, y la cantante Aída Cuevas, interpretaron una vez más “Amor eterno”, la misma canción con la que cerró su concierto en ese mismo escenario Juan Gabriel en el que sería el primer disco que grabó en vivo.

Más de 700 mil personas se dieron cita en el espacio ubicado sobre el Eje Central, siendo el evento multitudinario de mayor convocatoria, por encima de la despedida a Mario Moreno, Cantinflas (300 mil asistentes), y Gabriel García Márquez (250 mil).

Tres claveles y una sonrisa

Para el último adiós prepararon con un escenario el vestíbulo del palacio, donde cantantes homenajeaban a “Juanga”.

Anathan describe que los asistentes se despedían de distintas formas del cantante y compositor, pero él decidió hacerlo a su manera.

“Entré por avenida Juárez y me formé en la fila para entrar a despedirlo, sin embargo, para mi sorpresa los asistentes me reconocieron y así logré colarme hasta la entrada, me despedí de él en silencio, sonriendo, como cuando lo conocí, pidiendo que Dios me lo bendijera, yo creo que él no me quería ver llorar, me quería ver feliz”, compartió Anathan.

Cuando salió, después de despedir la “cajita” donde se guardaban las cenizas de su amigo, vinieron las memorias de juventud de Anathan; para él “Juanga”, aún no ha muerto, pues ha dejado un gran legado. “Juan Gabriel sigue vivo, pero murió Alberto Aguilera Valadez”, sentenció.

Actualmente las cenizas del artista, descansan en su casa de Ciudad Juárez Chihuahua, donde lo nombraron “Hijo predilecto”, tras su fallecimiento.

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