La primera vez que la banda Jenny and the Mexicats se presentó en el Plaza Condesa fue en 2013, a un año de haberse establecido en México.
“Tenía un cojín de plátano de esos que venden en la calle y alguien lo robó del escenario terminando el concierto”, recordó Jenny Ball, vocalista.
En aquel entonces interpretaron temas como “Verde más allá” y “Me voy a ir”, de su primer álbum de estudio. Los cuatro integrantes recuerdan entre risas aquel día en el que decidieron usar visuales por primera vez.
“¡Eran terribles!, pusimos una luna fea, pero vamos mejorando, ahora diseñamos unos gatos increíbles para cada disco”, contó la inglesa.
Este 29 de febrero volverán al mismo escenario luego de siete años de aquella presentación, esta vez para estrenar su cuarto disco titulado Fiesta ancestral con el que además de tener mejores visuales se han adaptado a un nuevo público.
“Conscientes de que la atención de la gente no se prolonga por mucho tiempo, hicimos canciones cortas, el disco dura 28 minutos por lo que vamos a tocarlo todo”, detalló Pantera Mexicat, guitarrista.
Jenny, Pantera, Icho y David se conocieron en España en el 2008: Icho y Pantera estudiaban cine y flamenco, respectivamente cuando conocieron al español David, quien hacía percusiones con un cajón, instrumento poco común en aquel entonces.
“Jenny estaba en una gira con una orquesta y la llevaron a conocer música española donde nosotros tocábamos; nos invitó a ir a un festival de Londres... En un mes nos montamos un setlist”, compartió Pantera.
Además de su nueva gira que comenzará en México, la banda ha sido invitada a tocar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, lo cual los tiene emocionados.
“Es un lujo porque nunca hemos ido a Asia como banda, así que para nosotros es un reto de vida que cumpliremos”.