Los Ángeles.— La icónica actriz Jane Fonda, de 85 años, se presentó en un emotivo acto de solidaridad con los actores y escritores de Hollywood que actualmente están en huelga; sin embargo, su apasionado discurso no estuvo exento de dificultades.
Ataviada con una camiseta negra y un sombrero de sol para protegerse de una temperatura de 92 grados Fahrenheit (alrededor de 33 grados Celsius), Fonda abogó por los trabajadores y expresó su llamado a un ambiente laboral justo con un salario digno.
“Estos trabajadores no están pidiendo tanto. Simplemente están solicitando un ambiente laboral seguro, protegido y respetuoso, un salario digno”, contó ante una multitud que aplaudió sus palabras.
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La actriz enfatizó la importancia del derecho a la organización libre de represalias. “Y el derecho a organizarse sin temor, intimidación y coerción”, agregó.
No obstante, al final de su intervención pareció sufrir una indisposición. Por la que fue asistida para retirarse del escenario y acomodarse en una silla, con la cabeza inclinada, mientras las personas a su alrededor le prestaban cuidados.
La huelga de SAG-AFTRA se encuentra en su segunda semana, con miembros que se unieron a los escritores del Writers Guild of America, quienes han estado en huelga desde principios de mayo, buscando mejores condiciones de trabajo.
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Fonda, quien hace apenas tres meses anunció que estaba libre de cáncer tras ser diagnosticada con linfoma de Hodgkin, ha sido una ferviente defensora de la huelga que ya desató movilizaciones en estudios y redes en Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Comic-Con International: San Diego.
Este es el primer paro de actores en la industria del cine y la televisión desde 1980, y la primera huelga simultánea de actores y escritores desde 1960. Fue convocado por SAG-AFTRA, en respuesta a la falta de acuerdo en las negociaciones con los estudios.
Los actores exigen salarios más altos para contrarrestar la inflación, así como cambios en la forma en que ganan regalías. Además, protestan por el uso de su imagen digital, en herramientas como la IA, sin su permiso.