Se llevó a cabo la segunda conferencia anual de Mothers Front , la plataforma hecha para mamás y conformada por mamás, que intenta cambiar los estereotipos y redefinir el concepto de “madre”.
Entre sus invitadas especiales estuvo la actriz, modelo y conductora Jacqueline Bracamontes , madre de tres niñas y que actualmente está embarazada de gemelas. La oriunda de Guadalajara puede jactarse de ser una madre experta, pues ha vivido de todo durante sus años de maternidad y este tiempo ha dejado muchas enseñanzas en ella.
Durante la conferencia la también ex reina de belleza relata con detalle una de las experiencias más dolorosas de su vida, cuando en su primer embarazo uno de los dos bebés (niño y niña) que esperaba, sufrió muerte intrauterina.
“Todo estaba normal, pero comencé a sentir contracciones muy fuertes y seguidas, tuve que ir al hospital y ahí, luego de varios minutos y una revisión, el doctor me dice ‘tus bebés van a nacer hoy´, sentí mucho miedo de que mis pequeños nacieran muy prematuros, apenas tenía 34 semanas”.
“Todo estaba raro desde que me checaron los latidos de mis bebés, uno sonaba con mucha intensidad y el otro se supone que estaba muy leve”, así relata Jacqueline los instantes previos a enterarse de la desgracia.
Los doctores no lograron identificar que Martín llevaba tres días muerto dentro del vientre de su madre, “al momento de dar a luz comencé a preocuparme cuando todos se quedaron callados, pregunté qué pasaba, Jacquie (la niña) estaba bien, pero Martín no lloraba, no hacía nada, el niño había fallecido tres días antes”.
Si bien este ha sido un momento doloroso para la conductora, parece que con el tiempo lo ha tomado como un aprendizaje y con filosofía, pues de ese parto donde perdió a un hijo, también ganó a una hija, quien fue un motor para superar esta tragedia.
“Mi niña fue un milagro, lo que suele pasar cuando uno de los bebés muere dentro del vientre es que contamina al otro, pero en el caso de Jacquie no fue así. Recuerdo que en el quirófano tomé a mi bebé y la besé en la frente, también le decía ‘reza por tu hermanito’, al final ella me ayudó a salir de esta porque sabía que también me necesitaba”.
Una de las pruebas más difíciles en la vida de Jacqueline, pero que no la detuvo para buscar ser madre otra vez, después de Jacquie vinieron dos niñas más y ahora espera la llegada de gemelas, un embarazo que le ha puesto un examen más, “en la semana 16 de este embarazo me fui a hacer estudios de sangre para ver si todo iba bien con las niñas, después de los análisis, me llaman del laboratorio y me dicen que mis estudios dieron positivo a síndrome de down”.
El riesgo de que un bebé nazca con esta condición aumenta según la edad de la madre, a los 38 años de la ex reina de belleza las posibilidades están en uno de cada 99 bebés pueden nacer con el cromosoma extra que genera el síndrome de down, “cuando me dijeron eso yo no lo podía creer, pero la doctora me explicó que los estudios dieron positivo por mi edad, lo normal es 1 en 99 y yo había marcado 1 en 94, pero que no era 100% seguro que una de mis hijas, o las dos, padecieran este síndrome, tenía que someterme a una amniocentesis”.
La amniocentesis es un estudio que consiste en sacar una cantidad de líquido amniótico de la madre para medir los posibles riesgos en el embarazo, lo peligroso de esta prueba es que al realizarse puede poner en riesgo la vida del bebé.
“Cuando me recomendó la amniocentesis, la doctora me advirtió que con este estudio podía poner en riesgo la vida de mis hijas, pero que tendría completa certeza si padecían o no alguna enfermedad”.
Tomar esta decisión fue muy difícil para una madre que ya había perdido a un hijo, “al final tuve que hacerme los estudios, yo estaba muy nerviosa y después de la prueba tardaron 10 días en darme los resultados, todo ese tiempo no pude dormir y tenía migraña, afortunadamente cuando me hablaron, todo había salido bien y mis hijas estaban completamente sanas”.
Ahora Jacqueline Bracamontes se encuentra a la espera del nacimiento de sus gemelas y que puedan reunirse con su padre y sus tres hermanas, si bien dice no haber superado aún el perder a su hijo Martín, hoy tiene cinco corazones latiendo que la empujan hacia adelante en todo momento.
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