Durísimos momentos para Isabel Pantoja , que revive estos días su peor pesadilla. La tonadillera, que como ha desvelado su hija Isa P. atraviesa por una depresión , se enfrenta el próximo 22 de marzo a un juicio vital en el que, de ser declarada culpable, podría ser condenada hasta a tres años de prisión.
Un juicio penal por el presunto delito de insolvencia punible (un delito que se comete cuando un deudor realiza actos fraudulentos que perjudican los intereses de los acreedores. La intención es eludir el pago de una deuda) que su sociedad, Panríver, habría cometido por la venta de la casa de La Pera en el año 2015. Además de la pena de 3 años de cárcel que solicita la Fiscalía, la tonadillera podría ser condenada al pago de una multa de 11.000 euros - a razón de 20 euros al día durante 18 meses -, que se unen a los 114.000 euros en concepto de indemnización que pide la empresa querellante, Hormofer.
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Tal y como cuenta la revista Diez minutos , Pantoja está desesperada e intentando retrasar su declaración judicial, que tendrá lugar en el Juzgado de lo penal número 5 de Málaga en solo seis días. Su pánico a repetir el paseíllo de entrada al mismo sitio en el que tuvo lugar el juicio por el Caso Malaya habría hecho que la artista diese órdenes a sus abogados y a su hermano Agustín para intentar llegar a un acuerdo extrajudicial con los demandantes.
Una intentona que no habría dado resultado, ya que la parte contraria no tendría ninguna intención de pactar y, a pesar de que en el juicio puede pasar cualquier cosa - e Isabel podría ser absuelta de no poder demostrar que no pagó a la sociedad adecuada de modo consciente - la otra parte no está dispuesta a llegar a un acuerdo.
Muy nerviosa, y ante la imposibilidad de este acuerdo extrajudicial, Pantoja habría cambiado de estrategia, alegado problemas de salud y aportando al juzgado tanto informes médicos como psicológicos para anular el juicio por encontrarse indispuesta.
Desesperada, la artista tendría un miedo atroz a volver a entrar en prisión y, ante la posibilidad de ser condenada, habría iniciado movimientos - que pasan por la venta de la parte del ático de Fuengirola que todavía es de su propiedad - para obtener liquidez de cara a un posible acuerdo in extremis antes de su declaración judicial, que pasaría por reunir los 114.000 euros que reclama la parte querellante.
Diferentes intentonas que, por el momento, no han dado sus frutos ya que por ahora el juicio es firme y Pantoja sigue citada el día 22, cuando la veremos revivir su peor pesadilla volviendo a los Juzgados de Málaga.
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