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Silvia Navarro comparte que puede trabajar en los foros de grabación y alejarse de casa gracias al trabajo de otra mujer, refiriéndose así a Erika, la chica que le ayuda en hogar con el cuidado de León, su hijo.
“Yo no funcionaría si no estuviera ella, eso es muy valioso. Muchas mujeres estamos trabajando, gracias a la ayuda de las trabajadoras del hogar o las nanas, nuestro hijos se crían bien y, además, a partir de sus creencias, terminamos siendo una familia y más nos vale ser unidos entendiendo que somos parte de un todo”, expresó la actriz.
Silvia dijo sentirse honrada de formar parte de la película Intercambiadas, que está disponible desde ayer a través de la plataforma ViX y en donde actúa junto a Michelle Rodríguez, juntas cuentan una historia “mágica”.
Todo comienza con Sebastián (Kaleb Acab), quien después de discutir con Paola (Sylvia Navarro), su mamá, desearía que Lupe (Michelle Rodríguez), su nana, fuera su madre, y su deseo se cumple, pues ambas intercambian cuerpos lo que les obliga a asumir a una el rol de la otra. Y mientras buscan la manera de volver a la normalidad, ambas aprenderán mucho sobre sí mismas.
“Esta película es un agradecimiento al trabajo en equipo que hacemos, es un homenaje a ellas y ojalá la vean con los niños que cuidan para que sepan que admiramos profundamente el trabajo que hacen; yo lo hice con toda mi admiración y mi agradecimiento”, señaló Navarro.
Michelle añadió que el personaje de Lupe en algún momento dice a Paola la frase “nuestros hijos”, porque también los niños que cuida son un poco de ella.
Intercambiadas, agrega, también toca otros temas importantes, como la presión social que sufren las mujeres para desempeñar de manera eficiente muchos roles en la sociedad y, de no lograrlo, son juzgadas duramente.
“Construyendo los personajes aprendimos muchas cosas, como que a veces nuestras autoexigencias en relidad son exigencias de afuera y nos las compramos para construirnos. Uno de los mensajes de la película es que podemos ser todo, mamás, novias, amigas, sólo hay que confiar que está bien serlo”, comentó Michelle.
También la sororidad se aborda en dicha producción y muestra cómo en un país como México, donde muchos hogares tienen como jefe de familia a una mujer, es necesario que exista este factor para tener una mejor sociedad.
“Cada vez nos escuchamos más y estamos siendo menos violentas entre nosotras, estamos cuidando a la otra y viéndonos con compasión, esto se refleja en estos personajes que Silvia y yo les dimos forma con tanto amor”, comentó Michelle Rodríguez.
De ahí que Silvia considerara que la comedia es el vehículo ideal para abordar temáticas tan profundas como éstas, porque es una forma de llegar al público sin que lo sienta como algo aleccionador.
Como parte de la trama se plantea el intercambio de cuerpos, algo que para Michelle Rodríguez fue toda una experiencia, pues esto la llevó a estudiar a Silvia, porque debía replicar sus gestos, sus movimientos y hasta la forma en que dice algunas palabras. Fue en este proceso que se dio cuenta de que, aunque parecen tan diferentes, ambas están muy “loquitas” y son como niñas en ciertos aspectos.
“Fue un trabajo intenso y generoso, yo estaba muy nerviosa porque sabemos de la calidad actoral de mi compañera, sobre todo en comedia y yo pensaba, ‘¿cómo voy a llegar a eso?’”, dijo Silvia.