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Hablaba suave, como si su interlocutor —que era todo el público— estuviera cerquita, resaltando el acento herencia de su primer hogar: Cuba, y decimos primero porque la misma Haydée Milanés ha encontrado en México una segunda casa, como reiteró este jueves durante su concierto en el Lunario del Auditorio Nacional.
Apareció en el escenario con un vestido rojo, poquito después de las 21:00 horas. Esa noche, en el lugar lleno, Haydée hizo un homenaje a los cantautores cubanos que la han marcado: su padre, Pablo Milanés, pero también Silvio Rodríguez y Marta Valdés.
La cubana comenzó el concierto con un tema de su autoría, “En el muro del malecón” y le siguieron “Tu nombre”, “Libélula”, “La cuerda floja de su pasión”, “La música” y “Unicornio”.
Dos invitados la acompañaron en el escenario: la primera fue Rosalía León, con quien cantó “No ha sido fácil”, y Edgar Oceransky, que compartió voz en “El amor de mi vida”.
Haydée también hizo un homenaje a México con una versión de “La llorona”.
Al final, hizo énfasis en Alejandro Gutiérrez, su mánager esposo, el papá de su hija y su compañero de vida. Le cantó “Tú y yo”.