Morelia.— “Los mexicanos —reflexiona Julieta Egurrola— queremos a nuestra madre, es importante para nosotros, pero curiosamente, usamos la expresión de pu… madre o chin… a tu madre; y son cosas que hay que revertir, reeducar a todos”.
La declaración no sale de la nada. La actriz acaba de presentar en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia el filme Ruido, donde interpreta a una madre que está en busca de su hija desaparecida, tema que duele al país.
Dirigida por Natalia Beristáin, su hija, está feliz. Es la primera vez que trabajan juntas en esos roles.
El tema de la cinta duele, afirma. Sabe que es algo que lamentablemente seguirá por mucho tiempo y probablemente nunca termine.
“Era limpiarse y quitar esa energía. Hay muchas cosas en este país que es matriarcal, pero dentro de las familias obviamente hay siglos de hombres mandando, diciendo tal o cual cosa”, indica Egurrola.
El guión partió de la intuición y de entender que, si bien la ficción es donde Natalia Beristáin se siente cómoda, se abre la posibilidad de poner en una pantalla a aquellos que cruzan por un dolor profundo.
“En un país donde hay 100 mil desaparecidos, hablamos de 500 mil (sumando integrantes de familia) atravesados por esto, historias de vida rotas por eso”, comenta por su parte la realizadora mexicana.
En el proceso, recuerda Teresa Ruiz, quien encarna a una periodista que sigue el caso, experimentó una misión real de madres buscando cuerpos en San Luis Potosí.
La cinta que recién participó en el Festival de San Sebastián, en España, será estrenada el mes próximo por Netflix.
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