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Cuando el filme Los días más oscuros de nosotras comenzó a sonar en festivales internacionales, el movimiento #MeToo aún no explotaba y no salía a la palestra el nombre de Harvey Weinstein, productor de cine que aprovechaba su poder para abusar sexualmente de actrices.
En 2017, la directora Astrid Rondero llamaba la atención precisamente por poner las diversas violencias que sufre la mujer de manera cotidiana, poniendo a su protagonista como la arquitecta responsable de un edificio que está construyéndose en las playas de Tijuana.
A la chica (Sophie Alexander-Katz) la coloco tomando decisiones en un mundo masculino con todos los ambientes que eso conlleva, mientras guarda el secreto de su pequeña hermana y conoce a una chica que desea comprarle su casa.
“Era con un crew prácticamente femenino, hablando de la violencia de género, de la violencia de poder, de ver cómo siempre estar aplastando a alguien más”, comenta Rondero.
“Lamentablemente la violencia es algo que sigue pasando, pero afortunadamente ya se habla de ella, como lo que está pasando en el CCC (señalamientos sobre alumnos y profesores) y eso ya le da otro contexto a la película”.
Los días más oscuras de nosotros, ganadora en festivales de Bogotá, San Antonio, Los Cabos, Monterrey y Santo Domingo, estrenó en el interior de la República mexicana en enero, pero hasta ahora en la Ciudad de México debido a la pandemia del Covid.
“Era con un crew prácticamente femenino, hablando de violencia de poder, de ver cómo siempre estar aplastando a alguien”; Astrid Rondero, directora.
El guión fue escrito en 2012 y se ubicó en Tijuana, Baja California, por ser una ciudad de la cual Rondero quedó prendida tras participar en una película rodada en ese lugar.
En la ciudad fronteriza vio cómo varias chicas trabajaban un tiempo en centros nocturnos, de bailarinas, para conseguir dinero y continuar con sus estudios. Un tinte similar le dio al personaje interpretado por Florencia Ríos (La Guzmán). Eligió el mundo de la construcción porque, indica, se asemeja mucho al del cine, el cual conoce desde hace 16 años.
“Lo más cercano era eso, hay pocas mujeres, aunque cada vez empieza a haber más; pero también siento que la fuerza de las construcciones son los obreros, son la base de la pirámide, mientras que en el cine es el crew.
“También era ver los retos otros que debemos superar, como aprender a mandar, eso es lo que también hace el personaje de Sophie, que toma decisiones”.
En el reparto de Los días más oscuras de nosotras se encuentran Adolfo Madera (El Chema), con la dirección de fotografía con Ximena Amann (400 maletas). La locación principal es un edificio en las playas de Rosarito.
Rondero es también productora de Sin señas particulares, drama sobre una mujer buscando a su hijo, ganadora en San Sebastián, Sundance y Morelia. La cinta será estrenada a mediados de año de la mano de Cinépolis.