Frida Kahlo “desnudada” por Frida misma con frases y su pintura.
“Lo único que sé es que pinto porque lo necesito”, dice en algún momento del documental que lleva su nombre y que ya se encuentra en salas comerciales.
“Voy aprendiendo a estar sola y eso ya es una ventaja”, “he perdido mis mejores años viviendo a expensas de un hombre, sin hacer otra cosa más”, dice también en otros instantes.
La voz que se escucha en Frida, documental dirigido por la peruana Carla Gutiérrez, narrado en primera persona y ganador en el pasado festival de cine independiente de Sundance, no es la de propia artista, pero cada una de las oraciones que se oyen son extraídas de sus cartas y entrevistas que dio a periódicos.
La actriz Fernanda Echevarría es la responsable de poner la entonación a la cinta que animó las pinturas de Kahlo.
“Los detalles de Frida son conocidos, muy estudiados y presentados al público en ficción y libros, pero no se había podido ‘escucharla’ (en primera persona), oyendo su personalidad, de cómo hasta insulta o la fragilidad de querer ser madre”, comenta Gutiérrez.
La semilla del documental Frida estuvo en Carla desde hace años, cuando siendo una joven recién abandonando la adolescencia, se topó con su pintura, sintiéndose identificada aunque fueran rostros adoloridos.
Pero pasó tiempo antes de decidirse a contar algo sobre la artista mexicana, Primero se desenvolvió como editora en los documentales Reportero, nominado al Emmy, así como Chavela, acerca de la desaparecida Chavela Vargas.
Sólo entonces se sintió convencida para lo que es su ópera prima como directora.
“Decidimos hacer esta película porque vi que ella nunca había contado su historia de propia voz, pero sí nos había dejado un testimonio bastante rico de su vida con cartas, diarios, algunas entrevistas que hizo a periódicos al final de su vida y era posible eso.
“Cuando comenzamos a hacer la investigación pensé que sería necesario tener otras voces de gente que la había conocido y que serían ellos que cargarían con la narrativa, pero no fue así, fue como si ella misma dijera que la tenía que contar”, recuerda.
Frida no dejó un testimonio rígido de cómo fue su vida paso a paso, comenta Carla, pero sí una narrativa emocional.
“Tiene emociones poéticas, fue investigar para conocer el contexto, saber cómo los académicos la entienden y cómo iba creciendo emocionalmente y su voz de pintora se estaba armando, basado en sus experiencias”, dice la realizadora.