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GUADALAJARA. Dragones, caballos, ogros y duelos de espada es el manjar que el cineasta mexicano Guillermo del Toro está cocinando para su nuevo proyecto en stop motion, The giant buried.
El realizador está en la adaptación de la novela homónima de Kazu o Ishiguro, ganador del Premio Nobel de Literatura porque, de acuerdo con los organizadores del reconocimiento, ha descubierto el abismo del ilusorio sentido de conexión con el mundo.
Melanie Coombs, productora de Pinocho, está ahora detrás de esta nueva aventura para Netflix, en la que una pareja decide buscar a su hijo, a quien no han visto desde hace tiempo.
“Estamos en las primeras etapas, así que volveremos a trabajar juntos ahora que ya nos sentimos como una familia. Una novela es una cosa en la que se tiene que ver cómo se convierte en guión. Está ambientada después del tiempo del Rey (Arturo) y se trata de dos personas buscando”, indica.
Coombs estuvo en esta ciudad para ofrecer una charla magistral sobre la animación y estuvo en la “inauguración” formal del Taller del Chucho, donde animadores mexicanos realizaron unos cinco minutos de Pinocho.
La primera noticia de The giant buried la dio en febrero pasado el propio Del Toro.
“A medida de que la historia avanza en su viaje, descubrimos que en realidad hay muchas cosas que los protagonistas y otros personajes que conocen no recuerdan”, dijo el mexicano al diario inglés The Telegraph.
El ganador del Oscar ha dicho continuamente que continúa la búsqueda del stop motion como medio para contar historias.