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Los Ángeles.— “Mis películas son una cápsula del tiempo que me recuerdan dónde estuve en mi vida. Son pura biografía”, dice sincero a EL UNIVERSAL el cineasta Guillermo del Toro.
Para el orgulloso mexicano, ganador de tres premios Oscar y seis Ariel, entre otros, hay algo más allá de las historias que nos regaló en filmes como "El laberinto del fauno" (2006), "La forma del agua" (2017) o "Pinocho" (2022). Su trabajo es también evidencia de su vida personal, para bien y para mal.
“(Mi trabajo) me recuerda si fui un hermano mediocre, un tío medio presente, no un gran padre presente los fines de semana, si en esa película falté a un cumpleaños”, relata.
“Puedo decirte que fracasé en mi vida personal para poder hacer películas. En la vida no puedes hacer ambas cosas, tienes que ser muy bueno en lo que haces y no tan bueno en todo lo demás. Tienes que decidir lo que vas a querer hacer. Así que al voltear a mi filmografía veo lo ausente en la mayor parte de mi vida personal”, añade el tapatío.
Así reflexiona en el marco de sus 59 años, que cumplió ayer, a los que llega, en el plano personal, como padre de dos hijas (Marisa y Mariana) y con un segundo matrimonio tras casarse en 2021 con la guionista Kim Morgan, luego de su divorcio de la veterinaria Lorenza Newton Pineda; mientras que en lo laboral tiene nuevos proyectos luego de que se confirmara el rodaje de su largometraje número 12, Frankenstein, que comenzará a inicios de 2024.
“Ya estamos listos para filmar en febrero Frankenstein. Es una adaptación que llevo queriendo hacer desde hace 50 años que vi la cinta con Boris Karloff. Tuve una epifanía y es básicamente una película que requiere mucho crecimiento interno y muchas herramientas que no hubiera tenido hace 10 años”, adelanta.
“Ahora soy más valiente o lo suficientemente loco y vamos a hacerlo con Oscar Isaac, Andrew Garfield, Mia Goth y Christoph Waltz”, comparte Del Toro.
Entre titanes
El director no sólo celebra su cumpleaños, sino también la década del estreno de "Titanes del Pacífico" (2013), para la que el jueves pasado estuvo presente en una proyección especial en el cuartel general de IMAX, con una copia digital en 3D.
“La premiere de Titanes del Pacífico en México hace 10 años fue una gran fiesta. Para mí también fue un momento importante, tenía 49 años y ahora 59. Ya mero llego a los 60. La gente dice que al ver la película no se siente cómo pasa el tiempo, para mí no es así. Yo lo siento muy claro, pero no tengo pensamientos negativos”, comenta el cineasta.
“Me gusta mucho tener la experiencia que viene con la edad. Veo Titanes del Pacífico y encuentro un tamaño descomunal en la cantidad de diseño, concepto y labor diaria, definitivamente es la película de un hombre más joven”, recuerda el realizador a un par de kilómetros de Santa Monica, donde el coguionista Travis Beachman tuvo la idea de máquinas surgiendo del mar peleando contra monstruos.
En el evento organizado por la página online Collider y que tuvo de anfitrión al periodista Steven Weintraub, Del Toro reveló que el actor Tom Cruise iba a hacer al personaje de Idris Elba y que el corte final del filme iba ser de tres horas en vez de los 132 minutos, aunque esas escenas cortadas no aportaban nada a la aventura.
Con vista al futuro
Del Toro confiesa tener en el cajón 30 guiones de cine que aún no se han hecho, incluso uno dentro del universo de Star Wars que abordaba el surgimiento y caída del mafioso de la galaxia Jabba The Hutt, que nunca se realizó por motivos ajenos, ya que esa propiedad es de Lucasfilm y Disney y ellos dictan sus designios.
“Estoy muy contento con lo que hago ahorita, porque me dedico a hacer lo que denomino ‘mi lista de deseos de películas.’ Si ves que estoy haciendo una nueva película es porque verdaderamente me importa y significa algo. Cada filme es más vital que antes. Cuando algo no sucede en mi vida me pregunto: ‘¿por qué?’ Me fuerzo a un diálogo reflexivo; pero entre más te pelees contra el universo, menos vas a descubrir a dónde te diriges. Cuando algo no sucede, puedes retomar algunas de esas ideas y usarlas después”, comparte con su estilo desparpajado y lleno de lecciones.
El contador de historias tras faunos, fantasmas y sirenas, desea involucrarse en la creación de atracciones para parques de diversiones, pues conoce a detalle sus trucos e imaginaria.
“Mi vida es sumamente rara. Me siento como un Forrest Gump, encontrándome en lugares y con gente que nunca me hubiera imaginado estar. A mis 59, siento que no voy a tener tiempo suficiente para hacer esos 30 guiones; pero muchas de mis películas las hago recordando a cuando yo tenía 11 años, como Titanes del pacífico.
“Yo siempre hago películas que nadie quiere hacer y aunque he tenido momentos en que no he podido hacer lo que quería y que lloré incluso sintiendo que el aire se salía de la habitación, no puedo no estar agradecido con la vida. Porque, no importa a dónde te mande, siempre hay un aprendizaje que viene con ello. Sí le creo al universo”.