“Cantar bolero lo traigo tatuado en la piel”, señala la cantante Guadalupe Pineda, quien con una carrera musical de 50 años, es un género al que le sigue siendo fiel.
Apenas la semana pasada lanzó su sencillo “Historia de un amor”, una nueva versión del clásico de Carlos Eleta Almarán que se integrará a su próximo disco de boleros y que interpretará este en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México.
“(Hacer boleros) siempre es un gusto que me doy; soy una enamorada, para mí no es una moda, sino parte de mi vida”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.
La cantante de 69 años comparte que mantenerse en el medio ha sido un reto que aceptó sin temor y en el que destaca la gratitud que ha recibido en estas cinco décadas, tras las que, asegura, sigue vigente.
Aunque no han sido color de rosa, explica que llega al día de hoy en una plenitud de voz, salud y con el cariño de sus admiradores, algo que la llena de orgullo.
“Para mí el principal triunfo en mi carrera ha sido la perseverancia que he tenido durante estos años porque sigo realizando proyectos nuevos y siempre me reinvento”, señala la intérprete tapatía.0
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“Es muy importante tener contacto con el público, platicar con ellos, dar a conocer tus proyectos no sólo en México, sino en el extranjero; es muy reconfortante saber que tengo fans en Turquía, Alemania, Brasil y en muchos países de Latinoamérica, así como del mundo”, dice.
Mientras se prepara para su show por el Día de las madres, el 10 de mayo, y en el que estará acompañada por una banda, coros, sección de metales y cuerdas, y cantará los éxitos de toda su carrera, comparte que su ritual para cada show es simplemente tener momentos de relajación, meditación y vocalización.
“Dar concierto, diría yo, es casi un momento religioso porque vas a subirte al escenario y te vas a entregar con todo, sin restricciones”.