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Cuando se inventaron los videojuegos en 1950, los costos de fabricación eran tan altos que sólo había consolas en universidades o institutos de investigación.
Hoy, muchos jóvenes pueden tener en su habitación uno de estos aparatos con una capacidad infinitamente superior e invertir gran cantidad de tiempo para mejorar sus habilidades.
Eso, que algunos padres consideran un desperdicio de tiempo, ha llevado a algunos a una carrera profesional, como le sucedió a Ricardo Sánchez, el único mexicano que pertenece actualmente a la GT Academy.
Se trata de una empresa creada para jugadores del máximo nivel del videojuego Gran Turismo, un simulador de pistas que busca que sus participantes compitan con los mejores del mundo para convertirse en verdaderos pilotos profesionales.
“Mi papá vio un evento en el centro comercial y me dijo: ‘Oye, Ricardo, hay un PlayStation y están buscando pilotos’. Yo ya estaba estudiando ingeniería mecánica, pensando en otras cosas, aunque siempre corrí karts y siempre quise ser piloto, y él lo sabía”, cuenta Sánchez en entrevista.
Su historia y la de todos los miembros de la GT Academy está representada en la nueva cinta Gran Turismo, que narra el camino de Jann Mardenborough, colega de Sánchez en ese instituto, quien fue el primer gamer apoyado por este programa británico, que luego promovió al mexicano.
“Me identifico mucho con la historia de Jann porque él y yo somos un poco introvertidos, enfocados y tranquilos, además de la pasión por los coches y la disciplina. Y también se muestra esa rivalidad que siempre hay, cuando estás compitiendo con quien sea siempre quieres ser mejor”.
La cinta, que ya está en cartelera, muestra el origen del programa ideado por el empresario Darren Cox, a quien le da vida Orlando Bloom, y cómo son sometidos a un entrenamiento físico y mental para demostrar que los pilotos de los videojuegos pueden ser profesionales.
Esquiva obstáculos
El mexicano superó muchos de ellos para, por ejemplo, ganar en 2021 las 24 Horas de Spa-Francorchamps, siendo el primer mexicano en obtener ese triunfo.
De su experiencia, Sánchez destaca la manera en la que los videojuegos brindan a los jóvenes la posibilidad de practicar un deporte costoso, al que sólo pueden acceder pocas personas.
“Es muy caro, siempre necesitas patrocinadores porque hay que pagar el coche, la gasolina, los ingenieros, los mecánicos”, señala el piloto mexicano.
“Incluso hoy en día, los mismos pilotos de Fórmula Uno, o yo que corro en GT, seguimos usando simuladores para prepararnos, y este tipo de eventos nos da la oportunidad a todos de cumplir un sueño imposible para la mayoría”, agrega.
La cinta, protagonizada por Archie Madekwe y dirigida por Neill Blomkamp, cuenta con el respaldo de muchos de los pilotos de la GT Academy, incluido Mardenborough, quien fungió como doble de escenas de riesgo.
El mexicano destaca la evolución en el realismo de los videojuegos, al punto de que ahora los pilotos de carreras reales compiten en circuitos virtuales.
“Hay campeonatos de 300 mil euros, entonces es atractivo porque como piloto sigues usando los simuladores para prepararte, y cuando hay dinero a muchos pilotos les conviene”, cuenta.
Él, por ejemplo, asegura que corrió en enero pasado el circuito de las 24 horas en Le Mans de forma virtual con el piloto belga Max Verstappen.
“El consejo que le daría a los jóvenes es que no desistan y siempre estén preparados porque nunca saben cuándo va a llegar la oportunidad de tu vida; cuando a mí me llegó, yo estaba más preparado que los demás y por eso gané esta competencia”, dice el piloto mexicano.