Regina Orozco cuenta entre risas: “A mí me cuesta trabajo que mis nalgas entren a un asiento de avión y hay veces que no me cierra el cinturón. Es el mundo de los delgados.
“A veces quiero ponerme una ropa y no llega a mi talla, está hecha para gente delgada, está bien, que lo disfruten, pero nosotras qué”.
La cantante Wendolee tiene sus propias anécdotas. Como una mujer de talla grande, a la exacadémica muchas veces se le dijo que si no adelgazaba, ninguna disquera le iba a firmar un contrato. Desde que recuerda ha sufrido sobrepeso.
“Es muy duro ser diferente, no encontrar ropa adecuada en las tiendas, no sentir que eres valiosa porque subiste más de peso, porque la panza la tienes más grande o la cara más gorda”, explica.
No es una cuestión únicamente de sobrepeso, señala, sino que como ella, muchas personas están condicionadas a ciertos estereotipos, los cuales poco a poco han roto.
Ambas quieren dejar claro que ser gordo no es sinónimo de estar enfermos, comer mal o no querer hacer ejercicio, pues en su caso gozan de buena salud. Por ello, para Regina, llama la atención cómo la gente está aterrada por engordar, sobre todo ahora con la pandemia por el Covid-19. Considera que es porque no entra dentro del prototipo de lo que para la sociedad es perfecto.
Precisamente cuando las medidas de distanciamiento social comenzaban en México y se dio la indicación de quedarse en casa, hace casi dos meses, la cantante estrenó el canal de YouTube Par de curvas, junto con su amiga, la dramaturga Conchi León.
Ambas decidieron usar la plataforma para compartir sus historias y alzar la voz sobre cómo es ser una mujer de talla grande, pensando en gente en la misma situación.
“Queremos romper estereotipos, prejuicios con la gordofobia, el bullying por tu peso o por tu imagen, la idea de creer que alguien gordo no es sano o no hace ejercicio cuando vemos modelos, bailarinas, acróbatas increíbles con esos cuerpos y no puedes decir que no sean cuerpos entrenados”, comenta Conchi.
“Al final de cuentas se trata de ser felices y solamente lo puedes ser si aceptas tu cuerpo y lo amas y parte de amarlo es cuidarlo, cuidar tu alimentación y hacer ejercicio. Mucha gente dice que estamos así porque no hacemos dieta y la hemos hecho toda la vida, hemos aprendido que este es nuestro cuerpo”.
Conchi invita a la gente a amar su cuerpo y no avergonzarse de él. Señala que es importante pensar sobre todo en los niños que están creciendo con ideas erróneas de su cuerpo, como le sucedió a ella.
“Pensemos cómo estamos educando a nuestros niños, qué semillas dejamos. Me tocó una mamá que sufrió mucho con mi sobrepeso y lo entiendo porque se preocupaba por mi salud pero no tenía nada que ver mi salud con mi sobrepeso, yo soy una mujer muy sana”, reitera.
Desde hace cinco años, Wendolee, quien formó parte de la primera generación del reality show La academia, ha hecho lo propio con su canal de YouTube Gordibuenas fit club.
La cantante ve una apertura y aceptación mayor para las mujeres, además encuentra más opciones al comprar ropa. Comenta que las redes sociales son un arma de doble filo porque todo mundo está compitiendo, por lo que todavía queda trabajo por hacer.
“Se necesitan más ejemplos de la mujer real, la mujer promedio que existe en nuestro país.
“Antes ser el gordo era lo más terrible del mundo y ahora con las redes sociales nos damos cuenta que no somos los únicos del mundo”.
Fernando Schievenini, consultor en imagen pública, coincide en que hoy la imagen es mucho más adaptable a una sociedad donde no todos tienen cuerpos esculturales.
“La sociedad ya no pide tanto el estereotipo de la súper delgada, del súper cuerpazo o el hombre musculoso sino una imagen más real a la situación y a la sociedad en la que hoy vivimos”, explica.
A través de la plataforma y de sus propias redes sociales, Wendolee se reafirma e incluso se sumó, por ejemplo, a la ola de artistas que retomó el video de entrenamiento de Bárbara de Regil para mostrar que es gorda y hace ejercicio y que ser de talla grande no es estar peleado con quienes se ejercitan.