Glen Powell no tiene reparo en aceptar que lo que lo convenció de volver a la comedia romántica fue la actriz Sydney Sweeney. Para el actor de 35 años de edad, que acababa de participar en cintas de acción como Top Gun Maverick y Hitman, la seguridad de la actriz fue una las razones que lo impulsó para volver a explorar el género.

“Sydney fue mi punto de entrada. Le di un premio en los MTV Movie Awards y luego me llamó y me dijo que quería hablar sobre hacer una película juntos, me propuso hacer una comedia romántica con mucho y nada que ver con William Shakespeare”, cuenta Powell en entrevista.

“Pero lo que fue realmente interesante es que Sydney es una de las actrices más emocionantes que conozco y ver la forma en que tomó sus decisiones, la historia que cuenta, y lo mucho que se entrega a todo lo que hace me dio emoción por compartir pantalla”, agrega.

Sydney no mintió en que se trataba de una historia influenciada por la narrativa de Shakespeare, pero muy alejada a la vez. En la nueva cinta Con todos menos conmigo, Ben no es un Romeo común, sino un irreverente y extrovertido joven que parece ser la pareja ideal de Bea (Sweeney) hasta que las circunstancias los separan.

Ambos parecen la pareja ideal cuando se conocen, pero por una equivocación deciden no intentarlo, hasta que tiempo después se rencuentran en la boda de la hermana de ella y fingen que son novios para salir de un embrollo.

“Para crear a Ben tuve que comprender su corazón y luego fortalecerlo, porque es un tipo que perdió a algunas personas a las que realmente amaba y arrojó su corazón a un ring donde lo pisotearon, y entendí que lo que él quería era simplemente ser amado y creo que de eso se trata esta película: de dos personas muy cautelosas que admiten que se aman”.

La conexión que estableció con su coprotagonista incluso traspasó la pantalla, pues por sus apariciones públicas surgieron rumores de que habían comenzado una relación, sin embargo la actriz de Euphoria está comprometida con Jonathan Davino y él aclara que fue la confianza entre ambos lo que convenció al público.

“Lo que pasó con nuestra química es que realmente aprendimos a confiar el uno en el otro y fuimos capaces de parecer realmente tontos uno frente a otro, simplemente no teníamos miedo, nuestra química es más bien una falta de cautela que tenemos entre nosotros y creo que eso se transmite y realmente fue una forma tan divertida de ir a trabajar, que te lo estás pasando genial, así que siento que por eso el mundo también lo aplaudió”.

La película, que se rodó en locaciones de Australia y cuenta con la participación de Will Gluck, Hadley Robinson y Alexandra Shipp, ya está en cartelera.

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