Los Ángeles.— El cinematógrafo mexicano fue homenajeado por el con el premio Árbol de la Vida por su trayectoria en la pantalla, que incluye tres nominaciones al Oscar de la Academia, cuatro premios Ariel y más de 60 películas.

El encargado de estar tras la lente y composición de filmes para realizadores como Alejandro González Iñárritu (Amores perros), Ang Lee (Secreto en la montaña) y Ben Affleck (Argo), recibió de manos de sus hijas María Fernanda y Ximena Prieto el Árbol de la Vida.

Ambas procedieron a leer una carta de su madre Mónica Chiapa, quien por motivos de salud no pudo asistir, y luego ofrecieron sus propios mensajes a su padre.

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“Agradezco ver a un artista con su intención de compartir su visión con el mundo, siempre llena de amor y con un talento que desborda”, dijo Ximena.

María Fernanda, quien es graduada de estudios de dirección de cine, agregó: “Hay un dicho que dice: ‘dime tus héroes’ y es honor para mí estar celebrando a uno de ellos. En nombre del GLAFF te entregamos este premio”.

Conmovido y abrazando a sus hijas, Prieto, quien este noviembre cumple 58 años, también se dio espacio para bromear sobre lo oportuno que es aceptar un premio de reconocimiento de vida.

“Me hicieron pedazos emocionalmente sus palabras. Gracias, espero que no sea demasiado pronto un reconocimiento a mi trabajo de vida profesional”.

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La mancuerna Prieto-Caballero

En el evento organizado por la Arizona State University y el GLAFF, “Construyendo una narrativa visual que atrape”, se celebró la conversación con Rodrigo Prieto y el ganador del Oscar a Mejor diseño de producción por El laberinto del fauno, Eugenio Caballero, quienes compartieron sus anécdotas tras la lente y la escenografía.

Caballero se desempeñó este año como diseñador de producción en la adaptación de Pedro Páramo, del escritor Juan Rulfo, de Prieto, con la que debuta como director. Se estrenará en 2024.

“Siempre me gusta pensar que mis sets de filmación tienen esa cualidad para ser contados con la manera que les de la luz”, dijo Caballero reconociendo la mancuerna que debe haber siempre con el cinematógrafo.

“Hay veces en que uno planea distintas tomas y al final la primera es la que queda. Así nos pasó al filmar El lobo de Wall Street, en donde usé la capacidad de la cámara digital para crear ese efecto en cámara lenta, con lo que mostramos que Leonardo DiCaprio está drogado. Nuestro director Scorsese no dejaba de reír mientras rodábamos y nos dijo que eso era suficiente para contar esa parte de la película”, recordó Prieto.

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