En la década de los 90, la carrera de como imitador despuntó. Gracias a cantantes como Luis Miguel, Vicente Fernández y José José , a los que imitaba, llegó a presentarse en programas de televisión como y o conciertos de la talla del Festival de Viña del Mar.

Y todo gracias a una mentira piadosa.

"Empecé cantando como yo, queriendo hacer mi vida como cantante, artista y compositor y en algún punto de mi carrera en los lugares a los que yo iba a trabajar me hicieron saber que ya tenían demasiados cantantes, querían darle paso a otro tipo de variedad y decían 'si eres mago, ventrílocuo…' y entre las cosas que mencionaron estaba imitador", recuerda.

Entonces Gilberto dijo que sí, que era imitador -cosa que no era verdad- y comenzó a estudiar meticulosamente a los artistas del momento para no perder su trabajo y continuar ganando un sueldo.

"Empecé la carrera de una mentira y de la necesidad de trabajar. Empecé en mi estudio en casa a poner las voces, a comparar al artista original con mi voz", comenta.

"De una mentira me di cuenta que tenía por ahí un don que Dios me había prestado y yo no había encontrado hasta que tuve la necesidad. La verdad es que fue magia para mí porque a la fecha me siguen hablando de otros lugares, no sólo de México, y es muy bonito pisar otros países a través de esa mentira".

Entre los primeros personajes que Gless hizo están también Lucha Villa, Pedro Fernández y Juan Gabriel , aunque este último, asegura, no le salía. Pedro Infante y Vicente Fernández están entre los más difíciles, este último por el tipo de cuerpo en su voz, que es grande y con muchos matices.

La mentira que cambió la vida de Gilberto Gless, quien empezó a imitar por necesidad
La mentira que cambió la vida de Gilberto Gless, quien empezó a imitar por necesidad

De los centros nocturnos, Gless se fue a tocar puertas a Televisa, hasta que un día lo recibieron y llegó al programa de Ricardo Rocha "En vivo". "Y a partir de ahí la gente me empezó a hablar de otros programas", recuerda.

"Fui muchas veces a las casetas a entregar videos y muestras de lo que yo hacía, hasta que un día dijeron 'a ver, pásale'". Su éxito fue tal que llegó a tener su propio show, "Así es Gilberto Gless".

La mentira que cambió la vida de Gilberto Gless, quien empezó a imitar por necesidad
La mentira que cambió la vida de Gilberto Gless, quien empezó a imitar por necesidad

Nuevos panoramas

Si bien hoy los imitadores pueden verse en programas de televisión como "El retador" o "Tu cara me suena", el cantante explica que en sus inicios eran mal vistos pues tenían fama de que a los artistas originales no les gustaba su trabajo. Considera que fue uno de los que abrieron el espacio para esta profesión.

"Tengo compañeros que me dicen, 'gracias a ti mi trabajo es mejor remunerado'", comparte.

Pero hoy los días de gloria de la imitación no lo son tanto. Si bien gracias a la televisión tienen presencia en los medios, Gless piensa que estamos pasando por una etapa más del stand up, aunque siempre hay lugar para todos.

"Cada quien tenemos un espacio, ya sea imitadores, los que contamos chistes, los standuperos, la gente tiene un espacio para cada quien y eso es muy bonito, ahorita la posición del imitador es gracias a programas que nos permiten tener en la televisión el espacio".

En lo personal, para Gless el trabajo ha sido prácticamente nulo por la pandemia aunque ha tenido presentaciones presenciales y streaming, algunas de ellas privadas contratadas por empresas, también se ha enfocado en las redes sociales subiendo contenidos a espacios como YouTube e Instagram en donde hace que sus diferentes personajes canten a dueto.

Además, ha compuesto temas como "Me encantas", que grabó Pedro Fernández, y otros para artistas como Manuel Mijares, Carlos Rivera, David Bisbal y Cristian Castro, así como producido para la Sonora Santanera de Carlos Colorado, entre otros.

Sobre si hubiera querido construir una carrera en la que él fuera el cantante y no sus personajes comparte:

"Dios tiene planes para uno y a veces uno no se da cuenta. Creo que todos tenemos facultades y talentos que nos mandan desde arriba y a veces no les hacemos caso", menciona.

"Me hubiera gustado, mi pensamiento original era, 'voy a ser imitador y cuando yo esté imitando les voy a presentar a Gilberto Gless, el que canta, pero se cargó tango la historia del imitador que al final dejé a Gilberto en paz porque era más entretenido y de mayor éxito tener los aplausos por cómo imitaba que me olvidé de Gilberto Gless, el cantante. Fue mejor la decisión porque yo no sé si Gilberto Gless, el cantante hubiera tenido el éxito que el imitador".

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