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Empatía y respeto son dos de los valores que más le preocupan a las nuevas generaciones. Con temas como la diversidad, la inclusión y el feminismo, es que la serie Freeks busca establecer reglas de convivencia sanas para las nuevas generaciones.
Es así que un grupo de chicos argentinos se aventuró en el reto de dar vida a los integrantes de una banda de rock que tiene como principal obstáculo la intolerancia y la falta de empatía.
Guido Pennelli da vida al protagonista Gaspar, un talentoso músico que es acusado por sus amigos de un robo que no cometió, eso provoca que se aleje y vea desde lejos cómo la banda que él comenzó con ellos gana fama sin él, mientras intenta demostrar su inocencia.
“A Gaspar le gusta mucho la música, es hijo único de una madre soltera y valora mucho la amistad, tiene códigos, es una persona que respeta mucho la libertad de los demás y que en este caso le tocó sentirse traicionado muchas veces en muchos vínculos”, detalla Pennelli, en entrevista con este medio.
Mientras su amigo no está, Ulises (Julián Cerati), Ludovico (Alan Madanes), Coco (Pablo Turturiello) y Juani (Gastón Vietto) lidian con el éxito y las contradicciones de la fama, una situación que tiene como trasfondo un mensaje de unión.
“Hay una sensación de que hay que estar unidos para poder llevar adelante una banda, entender las diferencias, aceptar, en un punto clave como la juventud, donde hay muchos sueños, pero tiene que entender que hay otras personas que quizás no piensan igual y que tienen sus propios sueños, y en eso nos identificamos”, comenta Alan Madanes.
Además de la serie, que se acaba de estrenar en Disney+, la banda lanzará un disco con siete canciones originales, que según afirma el actor Julián Cerati, sobrino del vocalista de Soda Stereo, tiene influencia de todas las bandas de rock argentinas.
“Tiene pinceladas de un montón de géneros, pero es una historia rockera y todos tenemos bastante influencia (de Soda Stereo) y en lo personal significó un desafío importante”, expresó Cerati.