Desde hace un mes, el caso de la cantante ha vuelto a estar en el ojo público, al exigir que su padre, James Parnell Spears , no tenga la tutela que le fue cedida hace 13 años, por medio de la cual controla todos los aspectos de su vida.

Esto marcó el inicio de una ruptura entre la cantante y toda su familia, a quien acusa de no haberla ayudado y de aprovecharse de su trabajo. Pero la Princesa del pop no es la única en el ambiente artístico que ha roto relaciones con sus allegados, hay casos que han destacado, como los del actor de "Mi pobre angelito", .

Explotado desde pequeño

Después de convertirse en una súper estrella infantil, gracias a "Mi pobre angelito" de 1990, y la secuela "Mi pobre angelito 2: perdido en Nueva York" (1992), además de otras cintas como "El ángel malvado" (1993), "Mi primer beso" (1994) y "Ricky Ricón" (1994) el actor decidió emanciparse desde que tenía sólo 14 años de edad. Sus padres, Kit Culkin y Patricia Brentrup habían tomado el control de su fortuna, valuada en ese entonces en 14 millones de dólares.

“Mi padre era un hombre abusivo, no tanto de forma física, aunque sí que hubo algo de eso, sino mental. Yo le pedía un descanso, quería irme de vacaciones por primera vez en mi vida, y él no dejaba de firmar contratos para más películas. Nadie me escuchaba", declaró Macaulay en una entrevista con el Times respecto al porqué de su decisión, que además significó su retiro momentáneo de la actuación.

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El padre no sólo manejaba su carrera, también la de sus hermanos Kieran, Rory y Quinn. El hombre no tenía ingresos propios, sino que vivía del 15% de los sueldos de cada uno de sus hijos.

Drew Barrymore, adicta desde los 11 años

Otra estrella que inició su carrera desde la infancia y que tuvo que tomar la decisión de emanciparse, en este caso específicamente de su madre, fue la actriz , quien alcanzó la fama a la edad de siete años, cuando protagonizó la película "E.T. el extraterrestre" (1982). La popularidad de la entonces pequeña Drew fue demasiado para su madre Jaid Barrymore , quien era su mánager y, según relatan los medios de le época, prefería ser más una amiga que una madre real; es por eso que a los 11 años la pequeña comenzó a consumir alcohol, a los 12 drogas y a los 13 era prácticamente un caso perdido.

Los papeles comenzaron a escasear para Drew, a la par de que su mala fama se expandía, y después de un intento de suicidio y el ingreso a un hospital siquiátrico, la actriz decidió romper relación con su madre con el fin de retomar su vida. Hasta la fecha no se han reconciliado.

La difícil tarea de ser hija de Cobain y Love

Ser hija de dos grandes rockstars no debe ser fácil, mucho menos cuando tus padres son y Courtney Love , dos figuras icónicas de la década de los 90, cuyos excesos y el suicido de él marcaron la vida de Frances Bean Cobain .

Los problemas para ella comenzaron literalmente desde el vientre de su madre, quien confesó en una entrevista para Vanity Fair, que tanto ella como Kurt habían consumido drogas mientras estaba embarazada.

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Al nacer Frances (en agosto de 1992) fue sometida de inmediato a un proceso de desintoxicación, ya que fue considerada una bebé adicta, así que le suministraron metadona para sustituir la heroína, esto bastó para que el Estado retirara la custodia a la madre durante un tiempo y la pequeña se fuera a vivir con su abuela paterna y su tía, algo que enloqueció al rey del grunge.

Le siguió el suicidio de su padre en abril de 1994 y un incesante ir y venir de su madre a centros de rehabilitación. En una de esas ocasiones, cuando Frances tenía 11 años, volvió a vivir con su abuela y al llegar a los 17 años,denunció a Courtney por violencia doméstica, logrando de esta manera que perdiera de manera definitiva la custodia, por lo que la joven por fin alcanzó la emancipación. En ese momento asumió el 37% de las ganancias de lo que su padre sigue generando y hasta el día de hoy Frances maneja todo lo que tiene que ver con Cobain.

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