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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
La actriz Florinda Meza nunca le ha dedicado a nadie su trabajo, ni siquiera a quien fuera su pareja, Roberto Gómez Bolaños, y su regreso a la pantalla, luego de tres décadas, no será la excepción.
A partir del 10 de mayo se le verá en la comedia Dulce familia, donde interpreta a una actriz madura a quien le gusta estar presente y ama los físicos de las personas delgadas.
“Siempre cuando trabajo no le dedico en especial a alguien de mi familia, aunque sé que a Roberto le gustaría verme y estaría feliz de interpretar la comedia, le dedico mi trabajo al público”, señala Meza.
Recuerda que el primer día que pisó el set en locaciones de Chile, moría de miedo. Habían pasado 30 años desde su último trabajo para la pantalla, tanto televisiva como de cine, y tenía como compañeros en el set a Fernanda Castillo y Regina Blandón.
“Por décadas había trabajado en guiones de Roberto (Gómez Bolaños), dirigida y acompañada por él y de pronto todo era distinto. Tenía miedo no en la actuación sino en lo que había afuera, la brecha generacional es tremenda, cuando hice la película tenía 69 años (2018).
“Ya en el set comprobé que todos son mejores de lo que yo creía y luego pues el miedo sólo estuvo durante los primeros días, después me sentí como cuchillo en mantequilla y sigo sintiéndome bien, orgullosa de que en México hay mucho talento”.
Meza, intérprete de personajes icónicos como La Chimoltrufia y Doña Florinda, recalca la importancia de que haya productores que le sigan apostando al cine nacional, pues son los que arriesgan su dinero o consiguen los fondos necesarios.
“Los demás estamos en caballo de hacienda”, considera.
Dulce familia aborda el caso de una mujer con sobrepeso (Castillo), quien a punto de contraer matrimonio, decide someterse a dietas para portar el vestido de su madre (Meza).
“Subí 12 kilos en tres meses”, recuerda Castillo, protagonista de Ya veremos y Una mujer sin filtros.
“Subí a base de grasas y azúcares y mi cuerpo estaba cansado de sufrir, realmente el único momento en que gocé fue durante el rodaje (risas); hace apenas una o dos semanas regresé a mi peso tras casi un año”.
Vadhir Derbez, quien subió 16 kilos y se rapó para el personaje, integra el reparto.
“Tenía que raparme diario, siempre estaba de gorra hasta en la piscina”, bromea el histrión.
“Es fácil subir peso, ya luego ni mi ropa me quedaba, lo difícil es bajar”, agrega.
Blandón (La familia P.luche) vio por su parte material de gente que se come el cabello por ansiedad, como le ocurre a su personaje.
“Son cosas que no puedo olvidar, hay gente a la que le han quitado cinco metros de eso por estar en el intestino”, destaca.