de estreno en EU. La actriz de “Qué despadre” y “El rommie” forma parte de la nueva temporada de “Outer Banks”, serie en la que un grupo de jóvenes están detrás de un tesoro.

Esta semana la producción, cuya primera entrega se estrenó en 2020, arribó al streaming de Netflix.

“Me tienen amarrada, no puedo decir nada más que el personaje juega en toda la temporada y es mexicano. Mi personaje diría que tiene carácter fuerte, pero también es de corazón sensible”, apunta brevemente la actriz a EL UNIVERSAL.

En la producción comparte escenario con Chasen Stokes (Stranger things), Madelyn Cline (Identidad borrada), Madison Bailey (Constantine) y Rudy Pankow (Uncharted).

A finales del año pasado, la joven de 25 años había celebrado estar en una serie de misterio y aventura, luego de que debido a la huelga des escritores y actores, se hubiese detenido por varios meses.

Y estaba un poco preocupada antes de recomenzar rodaje, pues por un descuido se había cortado el cabello en relación al que se mostraba ya en lo hecho.

“Pero espero no haya problema”, apuntó en aquella ocasión.

El de Fiona es uno de los nuevos rostros mexicanos que andan circulando por el mundo. En diciembre se le vio en pantalla con Camino a Belén,  cinta navideña donde interpretó a la Virgen María, bajo la dirección de Adam Anders, escritor de las series Glee y High School Musical.

Pero en México, la hija del actor Eduardo Palomo y la cantante Carina Ricco, también se encuentra labrando camino, pues fue reclutada para la serie “Control Z” y el largometraje “Nada que ver”.

Recientemente acabó el rodaje de la cinta nacional “Jardínes del bosque”, en la que es el interés amoroso de un par de adolescentes. La historia se sitúa en la década de los 90 y navega en el misterio, la investigación policiaca y la denuncia social.

Dirigida por Alex y Diego Barragán (“No vayas a clases mañana”), contará la vida de tres amigos de 13 años de edad, interpretados por Maximiliano Nájar (Los lobos) y los debutantes Daphne Méndez y Beto Ramírez, cuya inocencia acaba en ese momento, junto con el de la chica a la que adoran y admiran a la vez.

“El personaje es bonito porque juega un poco más como símbolo, juega desde el flashback, representa el mundo adulto al que se enfrentan los niñitos”, dice Fiona.

“Trabajar con no actores  es bonito porque tiene un tono de una sinceridad interesante, no tienen que la técnica o esa cosas, sino que es algo tan desnudo que es fantástico”, opina.

rad

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