Diariamente, cientos de familias emprenden un viaje hacia Estados Unidos buscando una mejor oportunidad. Uno de esos miles de casos es el que se cuenta en la cinta Los lobos.
La historia sigue a una madre separada de su esposo y con dos niños, quien emprende un viaje hacia California para brindarles un futuro mejor. A la vez, es la niñez que vivió el director Samuel Kishi, quien homenajea a su madre con el filme semibiográfico que competirá en la entrega de los premios Goya de mañana.
“Siempre la vi como una carga de amor a mi madre, a los sacrificios que tuvo que hacer y a la niñez y educación que luchó por brindarnos... aunque hay toda una serie de complejidades en todo esto de la migración, muchas madres y padres a pesar de la necesidad de emigrar, buscan siempre lo mejor para sus pequeños y eso es lo que quisimos hacer en esta película”, comentó Kishi en entrevista con EL UNIVERSAL.
El director, originario de Guadalajara, quería alejar el filme de lo que comúnmente se ve sobre la migración, mostrando las complejidades de dejar tu país y llegar a un lugar extraño, pero también hablando sobre la fraternidad y la familia para demostrar que en los entornos más hostiles se puede encontrar felicidad.
“Esa parte de mi vida fue mágica porque tenía a mi madre, a mi hermano y siempre que mi mamá no estaba, él y yo jugábamos y era nuestro mundo. Nosotros contra el mundo exterior, ahí supe el significado de ser familia”, comentó.
El filme, que actualmente se encuentra en HBO Max, está protagonizado por Lucía, Max y Leo, interpretados por Martha Reyes y los hermanos Maximiliano y Leonardo Nájar. Ellos emprenderán un viaje a Estados Unidos y mientras la madre sale a trabajar y los deja solos, sólo se tienen entre sí, además de su imaginación, la que hace que su mundo nunca sea trastocado por la realidad que existe fuera de esa casa.
“Siempre está ese halo del abandono, del arraigo y desarraigo en todas las historias de migración. Creo que si bien es una historia sobre la familia y la unión de hermanos, Los lobos es también una historia sobre la pérdida de la inocencia, de la infancia de los niños, que están en el momento en el que empiezan a ser conscientes de que sus padres son, además, seres humanos que sufren, tienen anhelos”.