Un sello del Vive Latino, año tras año, es la variedad de nacionalidades que transita por los diferentes escenarios del festival; durante la presente edición, la Curva Cuatro del Autódromo recibió fans de otras latitudes del mundo, pero principalmente de Latinoamérica, que se manifestaron con playeras, banderas y otros accesorios típicos.
Gente de Colombia, Venezuela, Ecuador y Argentina se hizo presente, e incluso de España, que siguió a La Pegatina, una banda de ska de ese país, que estuvo cobijada por banderas catalanas durante su actuación en el escenario principal del segundo día del festival.
En el segundo escenario más grande del festival, el mexicano Akil Ammar abrió las actividades, y evidentemente estuvo respaldado por sus seguidores mexicanos, quienes le aplaudieron su crítica a la violencia y su manifestación a favor de la libertad de Palestina.
El público también manifestó, a través de sus playeras y sus gritos, críticas contra la violencia y el fascismo; en las playeras se podía ver el rechazo a símbolos nazis en un fondo negro, y las consignas se hicieron sentir.
“Que se vayan a la chingada”, gritaba un fan enfurecido, cuando el rapero cantó “Policías en helicóptero”, tema en contra de la brutalidad policial y el abuso de poder.
Akil portó una bandera, que luego puso sobre la tornamesa que emitía las bases de todas sus canciones.
Mientras, en el tercer escenario Dannylux, el primer exponente de corridos tumbados de la jornada dominical, comenzaba a tocar sus temas, en los que ha colaborado junto a Eslabón Armado.
Aunque originario del estado de California, Estados Unidos, el escenario estuvo lleno de mexicanos que disfrutaron de las guitarras y bajoquintos del cantante de tumbados.
En el escenario principal comenzó a sonar en punto de las 16:45 horas la gran variedad de ritmos de Rawayana, banda originaria de Venezuela, donde también se mostraron algunas banderas del país sudamericano. El grupo cantó desde merengue, salsa y cumbia hasta ritmos similares al reggaetón y el reggae.
La agrupación incluyó su canción “Váyanse todos a mamá”, con el que crítica la polaridad política y de opiniones respecto a la situación social en Venezuela que se ha desencadenado desde que Hugo Chávez entró en el poder.
Además, Rawayana contó con la participación del mexicano Orestez Gómez, en las percusiones, quien es uno de los bateristas de sesión más solicitados en la actualidad.
The warning, banda mexicana de metal, se paró en el segundo escenario y de forma agresiva emocionó al público del Vive.
A la tarde-noche aún le esperaban Sabino, Dante Spinetta, Junior H, Maná, La Castañeda, Kings of Leon, Kerigma y San Pascualito Rey, entre otros.