Huelva.— El director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (sur español), Manuel H. Martín, lamenta que el certamen, que proyectó el sábado las primeras películas de esta edición, se tenga que celebrar totalmente en línea, pero asegura que “mantiene intacta su esencia” pese a las restricciones debidas a la pandemia.
En el certamen se presentó el fin de semana la película Matar a Pinochet, del director chileno Juan Ignacio Sabatini, que narra el episodio histórico del intento de asesinato del dictador ocurrido en 1986 por parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Por su parte, el argentino Ezequiel Radusky presentó Planta permanente, una historia de dos mujeres limpiadoras en un edificio estatal.
El director del certamen explica que, a pesar de las dificultades, el festival “va a llevar al público el mejor cine iberoamericano producido y rodado en el último año”, en una 46ª edición cuyo trabajo, que comenzó en abril pasado, ya hizo posible que se mantengan las proyecciones y secciones.
Confía en que el festival, que se celebra hasta este viernes 20 de noviembre, “sirva para llevar un poquito de esperanza a los hogares de los espectadores, donde demostraremos que nuestro certamen es un corazón que late al ritmo de la cultura y el cine sin parar”.