Acostumbrado a recibir en promedio por día más de 80 mil espectadores en otros festivales, el estaba listo para un nuevo evento, uno con una temática que sólo se había visto en ferias como las de Texcoco. Con el regional mexicano reunido en un mismo festival, las expectativas eran altas, con artistas que encabezaron el primer día como o , dos artistas jóvenes que han abierto camino al género, hasta otros con décadas de tradición como .

Pero a las 14:20 horas, cuando se abrieron las puertas del recinto, todo comenzó a arrancar mucho más lento de lo que se esperaba. En las entradas principales del Autódromo había poco ingreso de público, apenas algunas decenas de personas, y la dinámica fue la misma hasta cerca de las 16:00 horas, cuando comenzó a aumentar a algunos cientos.

Foto: OCESA.
Foto: OCESA.

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En los escenarios la constante fue la misma, con pocos cientos reunidos para ver a Vivir Quintana, autora de "Canción sin miedo"; y unos más viendo a Sandra Echeverría y al grupo Aroma, pero mientras llegaban las bandas estelares de la noche, la cerveza comenzó a correr, pues las temperaturas rebasaron los 27 grados antes de las 4 de la tarde, por lo que fueron necesarias para sobrellevar el tiempo de espera para algunas bandas como Banda Pequeños Musical, quienes en cuanto salieron con quebraditas y banda, dieron la sensación de que ahora sí arrancaba el ambiente de este naciente festival, que comenzaba a dar sus primeras señales de vida.

Zona Rika acompañó el grito de vida de Pequeños en el tercer escenario del Autódromo con un merengue, aunque lejano a otros ritmos como la banda, presente con representación mexicana entre sus miembros y abrazados por el público, que bailaba en la recreación del salón California tradicional del centro de México, donde se dejaron ver algunas personas de la tercera edad vestidos de pachucos y otros más con atuendos más rancheros, ambiente con lo que todo comenzaba a tomar forma.

Foto: Vía Instagram oficial Festival Arre.
Foto: Vía Instagram oficial Festival Arre.

Chiquis Rivera y Oscar Maydon

El evento también presenció la llegada de otras dos figuras destacadas que representaron tanto la rica historia como la vibrante contemporaneidad de la música regional.

Chiquis Rivera irrumpió en el Autódromo, ofreciendo interpretaciones de canciones que exploran las complejas facetas del desamor y vistiendo un atuendo icónico característico de los artistas del género regional: un sombrero ranchero rosa, un chaleco de piel y botas altas. Mientras tanto, más tarde en la noche, fue el turno de Oscar Maydon, quien emergió como el pionero de los corridos tumbados con su apariencia característica que incluía una chamarra de mezclilla y una gorra de béisbol.

La evolución de la música regional no se limitó únicamente a la estética, sino que también se reflejó en la esencia musical.

Chiquis Rivera en el escenario del Autódromo Hermanos Rodríguez durante el primer día del Festival Arre. Foto: Vía Instagram Oficial Festival Arre.
Chiquis Rivera en el escenario del Autódromo Hermanos Rodríguez durante el primer día del Festival Arre. Foto: Vía Instagram Oficial Festival Arre.

En la tarima, Oscar Maydon se destacó con su distintivo sonido y letras que eludieron las referencias a la delincuencia organizada, centrándose en temas de lujo, riqueza y opulencia, al mismo tiempo que relataba experiencias de las calles de México.

Todo esto estuvo acompañado del inconfundible sonido del bajo sexto en el requinto, que caracteriza a los corridos tumbados. Por su parte, Chiquis logró que parejas se entregaran al baile y que mujeres cantaran con pasión canciones como "Inolvidable", popularizada por su madre, Jenni Rivera. Ella se movía al ritmo de la banda mientras el público la acompañaba con entusiasmo, a diferencia del intérprete de corridos tumbados, quien en su mayoría interpretó sus letras sin la participación activa del público, el cual había crecido considerablemente desde el comienzo del festival.

A pesar de las notables diferencias en estilo y enfoque, ambas presentaciones compartieron un profundo respeto por la música en vivo. Oscar Maydon estuvo respaldado por una banda completa que incluía batería, contrabajo, requinto y una sola trompeta, mientras que Chiquis contó con una banda integrada por más de ocho músicos en el escenario.

Un segundo día de actividades bastante agridulce

Botas, sombreros rancheros, mini faldas de mezclilla y lentes de sol es lo que predomina en la vestimenta de los asistentes al en su segundo día de actividades, que se realiza este domingo en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

Pero el tiempo fue pasando y al igual que el primer día, los accesos no se saturaron, no hubo problemas para entrar y mucho menos preocupación porque los boletos fueran a dejar afuera a los fans que los cargaban; es decir, todo se desarrollaba con más tranquilidad, sin tumultos.

En el interior, los asistentes se dispersan entre los tres escenarios, ninguno de ellos abarrotado hasta el momento, eso sí el ambiente puede sentirse, al igual que los rayos del Sol, por ratos.

Las primeras horas fueron dedicadas a la música del mariachi, en voz de dos artistas de las más grandes dinastías del país: Camila por parte de la de los Fernández y Majo, representando a la Aguilar

“Gracias, viva México, los amo”, fue lo que expresó Fernández mientras entonaba el éxito “El Rey”, que se hiciera icónico en la voz de su fallecido abuelo Vicente Fernández.

Durante más de media hora, la hija del Potrillo entonó diferentes temas emblemáticos del regional mexicano, lo mismo hizo Majo Aguilar quien usó un pantalón planeado y se presentó en este mismo escenario principal minutos antes; sorprendió al descender y salir de cerca a su público.


El evento inició con muy poca afluencia, a diferencia de otros similares. Foto: Carlos Odín/ EL UNIVERSAL
El evento inició con muy poca afluencia, a diferencia de otros similares. Foto: Carlos Odín/ EL UNIVERSAL


Yahritza y su esencia se llevaron la rechifla, pero llenaron el lugar

Una de las presentaciones más esperadas por los asistentes del era la de , grupo de regional que se ha visto involucrado en la polémica debido a las desafortunadas declaraciones que han hecho sobre la cultura mexicana en algunas ocasiones.

En punto de las 18:53 horas, la agrupación conformada por los hermanos Yahritza, Mando y Jairo arribaron al escenario del festival con la incógnita de cómo serían recibidos, pero sobre todo con las ganas de dejar su huella entre el público y reivindicarse con los mexicanos.

No pasó mucho para que la duda se despejara, la banda salió al escenario y algunos aplausos pudieron escucharse, pero también los rechiflidos de aquellos que se sintieron ofendidos; sin embargo el poder que tiene la música pudo más que cualquier otra cosa, pues aunque la gente tardó en llegar, prácticamente llenaron el recinto.

México, gracias por estar aquí esta noche se les agradece”, dijo la vocalista al inicio de su presentación, pero en lugar de aplausos lo que se pudo escuchar fueron los gritos poco amigables del público que parecían estar en desacuerdo con su presentación: "Que se vayan" y "Fuera", era coreado.

“Los quiero un chingo, muchas gracias”, replicó Yahritza como haciendo caso omiso a la rechifla, quizá nerviosa, quizá más concentrada en dejarlo todo y hacer de esta una presentación que marque un nuevo destino para ellos.

En otra pausa, Yahritza se enfrentó a su primera interacción con los chilangos, “Los veo medio calladitos”, dijo, al ver que muy pocos se animaban a cantar con ella. Llegó el turno a la canción “Dos extraños” y la joven de 16 años tomó la arriesgada decisión de bajar del escenario y saludar a los fans que se encontraban en las primeras filas.

Pero la seriedad pareció desparecer como por arte de magia, cuando las primeras notas de "Frágil", tema en el que colaboran con Grupo Frontera, comenzó a sonar, y es que al mismo tiempo todos los asistentes alzaron sus celulares y se unieron a una sola voz ya no para recriminar sino para cantar.



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