En mayo pasado, cientos de jóvenes sorprendieron a todo el que pasaba a las afueras de Hotel Presidente, en Polanco.
Además de una larga fila, un grupo numeroso de ellos irrumpió al lobby gritando una palabra: “Feid, Feid, Feid”. Es el nombre de un artista del urbano de 30 años, proveniente de Medellín. Puede no parecer común para algunas generaciones, pero sí para un gran número de jóvenes que incluso llenaron el Auditorio Nacional en septiembre pasado.
“Lo que pasó en México para mí fue una sorpresa 100%, cuando se creó todo ese problema en ese hotel, que parecía una manifestación de gente, ver esos escenarios llenos, gritaban como si fuera un estadio, es increíble”, dice.
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Sin publicidad, Feid es un fenómeno de su tiempo, su nuevo álbum contiene dos canciones que se colocaron en el top 10 de Spotify donde, por cierto, figura entre los más escuchados junto a Bad Bunny, J Balvin y Bizarrap.
“Uno ya tiene en la mente que ya hay mucha gente viéndote y que lo que hagas va tener un impacto; tienes la capacidad de sacarlos o hundirlos, darles un buen consejo o guiarlos por un mal camino, piensas muy bien lo que quieres decir en la música, lo que quieres que vean en los shows”, expresa el colombiano a EL UNIVERSAL.
El reggaetonero comenzó en una época donde otros artistas como Maluma y J Balvin estaban creciendo en la industria musical. Salomón Villada Hoyos, su nombre real, apenas y cree lo que pasó desde que salió de su barrio.
“Empecé a hacer música desde los 12 o 13 años, pero no es algo que tenga que ver con lo que hago ahora; escribía canciones súper malucas, pero las hacía. Me gustaba mucho la cultura y lo que veía en el hip hop y encontrarme en el reggaetón me hizo sentir parte de algo que no se veía en mi colegio o en mi barrio”.
Su primera canción en digital fue “No es casualidad”, de 2014, pero desde antes Feid comenzó a producir en su intimidad. Hoy considera que representa a toda una generación de nuevos músicos que crean desde sus habitaciones, esperando a ser reconocidos.
“Siempre ha sido como un experimento de a ver qué sigue pasando, en esa época yo no sabía cómo poner las canciones en Internet, yo no sabía cómo subir mis canciones”, comparte Feid.
En las primeras portadas de sus sencillos, Feid portaba un look “muy limpio”; de traje, imagen a la que él no creía pertenecer y que tampoco buscaba representar: “En esa época se veía mal que lo vieran a uno ‘muy del barrio’, porque otros (J Balvin y Maluma) no lo hacían así”, comparte Feid.
Muchas personas opinaban alrededor del proyecto, pero cuando el cantautor tomó las riendas de su carrera, con camisetas de tirantes, gorras hacia atrás y un corte estilo mohicano fue que todo cambió.
“Me di cuenta de que entre más me dejara a mí mismo ser yo, como me visto, como hablo, como canto, más fácil iba conectar con la gente”, dice el cantante, que hoy pretende aprovechar su momento hacer visible sus orígenes.
En este camino de independencia, el músico logró además desprenderse de las colaboraciones, lo que cree que le brindó precisamente el salto que necesitaba. “Llegó un momento en el que dije: ‘tengo que dejar de depender de otro artista para que la canción sea un palo, tengo que ponerme las pilas y arriesgarme’”.
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