Federica Quijano vive un complicado momento familiar luego de que su hijo Sebastián, quien tiene autismo, fuera diagnosticado con epilepsia, la integrante de Kabah rompió en llanto al hablar del proceso por el que atraviesa su hijo.
"Generalmente todas las personas con trastornos del espectro autista llegan a esa parte, cuando llegan quizás a la adolescencia es cuando se les despierta", dijo en relación a la epilepsia, pues contó que recientemente le dio una convulsión.
Federica compartió en el programa "Sale el Sol" que últimamente su hijo ha enfrentado severas crisis, pues por primera vez la mordió muy fuerte y una noche la despertó con manotazos.
La también diputada federal, toma dos terapias que le han ayudado mucho a sobrellevar la situación, una con una terapeuta y otra con una psiquiatra. Aunque han sido meses complicados y no sabe qué pueda pasar, desea poderle dar a su hijo todo lo que necesita para que no tenga que ser internado en un psiquiátrico.
"Tengo que seguir trabajando para darle una vida digna, para que no lo tengan que llevar a un psiquiátrico o a algún lugar donde puedan hacerle cosas horribles", expresó conmovida.
"Últimamente me rompo más porque no estás preparada para estos cambios, pero ahí voy, llenándome de fortaleza, mi trabajo me ayuda muchísimo y además no me pudieron dar mejor trabajo", comentó.
Federica Quijano adoptó a Sebastián cuando el niño tenía un año cinco meses, entonces no presentaba autismo, éste se presentó cuando tenía cuatro años de edad, desde entonces ha recibido distintos tratamientos, a los nueve años tuvo que ser internado dos semanas por los arranques de ira que presentó.
Federica Quijano no se detuvo cuando le dijeron que no podía tener hijos, ella quería ser madre y lo logró por partida doble, adoptando primero a María y después a Sebastián.
De Sebas, como le llama de cariño, se enamoró desde que lo vio por primera vez llegar al albergue, al bebé lo habían tirado a la basura, fue encontrado dos días después con neumonía, rinitis, mordido por animales, estuvo 20 días luchando por su vida.
Cuando Sebastián se integró a la familia formada por ella y María, Sebas era un niño normal y funcional, pero cuando cumplió tres años, Federica confiesa que "lo perdió", después fue diagnosticado con espectro autista.
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