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El locutor Toño Esquinca
se volvió tendencia tras ser acusado de manipular los resultados de estudios de medición de audiencias de radio al dar dinero a quien respondiera que escuchaba esa estación.
Esquinca reconoció que sí daba dinero para que los radioescuchas contestaran encuestas sobre su consumo de radio, específicamente de Alfa 91.3. Sin embargo, el comunicador explicó que buscaba retroalimentación de su púlbico.
"Yo no pago radioescuchas
. Pago premios, pero no radioescuchas . No estoy comprando ni alterando de alguna manera la emisión ni a la gente. Quería que me contestaran cosas como a qué conductor escuchan más, en qué horarios, qué les gusta o que no", comentó.
El conductor radiofónico aseguró que al dar dinero, las encuestas no estaban viciadas. "Tengo tan buenos radioescuchas que si te ponen lo que no les gustan, si te critican", agregó.
Antonio Esquinca recibió una amonestación por parte de Grupo Radio Centro para así detener está práctica, sin embargo, reconoció que el desplegado de diferentes radiodifusoras apunta a un problema mayor: la medición de audiencias por parte de una empresa nacional, a diferencia de lo que sucede con empresas internacionales como Nielsen, Ipsos, TGI, entre otros.