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Nueva York.— Más allá de sus repetidas negaciones, Harvey Weinstein desempeña un papel estelar en lo que su abogado dijo ayer que será una defensa enérgica a cargos de abuso sexual. El abogado Ben Brafman dijo que el magnate del cine convertido en el villano del movimiento #MeToo está trabajando como su asistente jurídico y que están acumulando “evidencia arrolladora” de correos electrónicos y versiones de testigos para refutar las acusaciones que han llevado a cargos penales relacionados con tres de las docenas de mujeres que han denunciado al productor.
“Puedo decir que ya no nos basamos simplemente en las negativas del señor Weinstein”, dijo Brafman afuera de una corte en Nueva York luego de que Weinstein se declaró inocente de nuevos cargos según los cuales le dio sexo oral a una mujer por la fuerza en 2006.
“Tenemos evidencia corroborativa en forma de testigos, tenemos evidencia arrolladora. Y la idea de que el señor Weinstein haya violado a cualquiera, simplemente en base a la evidencia que hemos visto, es un alegato absurdo”, dijo Brafman.
“Hasta ahora, todo lo que él nos ha dicho que busquemos lo hemos encontrado. Y sus negativas son a mi juicio confirmadas cada día por mucha evidencia que estamos encontrando que es independiente a Weinstein”.
Un juez liberó a Weinstein ayer bajo la misma fianza de un millón de dólares que el productor pagó en su primera comparecencia relacionada con otras dos acusadoras y le permitió volver a su casa en Connecticut. Su próxima comparecencia en la corte será el 20 de septiembre.
Brafman dijo que anticipa que haya más cargos penales, pero no proporcionó detalles.
Weinstein previamente fue desprovisto de su pasaporte y se le colocó un brazalete de monitoreo electrónico. También le ordenaron que se mantenga alejado de las tres mujeres.
Los fiscales, argumentando que los nuevos cargos son “significativamente más serios”, buscaban que fuera forzado a mudarse a Manhattan y puesto bajo arresto domiciliario.
“Peleamos estas batallas un día a la vez, y hoy ganamos esta ronda”, dijo Brafman después.
Weinstein, de 66 años, entró a la sala con las manos esposadas. Unos minutos después, salió de la corte. De pronto Weinstein se volteó como en pánico buscando su billetera; Brafman dijo que la encontró.
Los nuevos cargos de Weinstein incluyen dos de abuso sexual predatorio que conllevan una pena máxima de cadena perpetua. La abogada Gloria Allred, quien representa a la mujer cuya acusación llevó a los nuevos cargos, dijo que su clienta rendirá declaración si el caso va a juicio y dudó que el abogado de Weinstein le permita a éste hacer lo mismo.
“¿Está realmente dispuesto a que su cliente se enfrente al jurado?”, dijo Allred afuera de la corte. “Dudo que vaya a tomar ese riesgo”.
Allred y los fiscales se abstuvieron de nombrar a la mujer.
Más de 75 mujeres han denunciado a Weinstein de acoso o abuso desde que alegatos detallados en historias laureadas con el Premio Pulitzer en octubre en el New York Times y la revista The New Yorker desembocaran en el movimiento #MeToo.
Robin Wright, lejos de Spacey. En una coincidencia, también ayer la actriz Robin Wright habló por primera vez sobre Kevin Spacey, su compañero en la serie House of cards y el otro villano del movimiento Me Too.
“Kevin y yo nos conocíamos entre la acción y el corte y en los descansos, donde bromeábamos. No conocía al hombre”. En una entrevista con el programa Today de la cadena estadounidense NBC, Wright quiso dejar claro que no mantenía relación con Spacey fuera del plató de rodaje. “Realmente éramos compañeros de trabajo, nunca socializamos fuera de él. Nunca fue irrespetuoso, esa es mi experiencia. Es lo que siento que tengo derecho a decir”.