El Met lo hizo posible: Rihanna y religión unidos en un vestido. No sólo eso, también le puso alas a Katy Perry y hasta un nicho en la cabeza a Sarah Jessica Parker.
El Museo Metropolitano de Nueva York dedica su exposición de moda anual a la iconografía católica y exhibe vestidos papales que jamás habían salido del Vaticano. De modo que el desfile de inauguración reunió a despampanantes estrellas de la moda, la música y la actuación en torno a esa temática.
Rihanna caminó por la alfombra con una mitra (el gorro alto de honor que usan los papas) en color plata, igual que su vestido de minifalda y escote que le permitieron conjugar su típica sensualidad con la religión.
Eiza González desfiló con un vestido en negro y una capa que evocaba las vestimentas litúrgicas de los sacerdotes. Aureolas, tiaras y coronas dominaron una gala que conjuntó glamour y sensualidad con lo clerical.