Durante esta cuarentena, el tío Pedrito Sola (como lo llaman sus 429 mil suscriptores) ha compartido contenidos casi diarios en su canal de YouTube sobre distintos temas: famosos, cirugías, películas, etc. pero también videos sobre cómo eran los antros gay de la Ciudad de México en su época de juventud, o cómo era la vida gay en ese tiempo.
En algunos videos, también ha hablado un poquito de su pareja. En uno titulado “Pedro Sola le tiene miedo a...”, comentó.
“¿Saben qué me da miedo?, yo vivo muy feliz en la vida con una pareja que tengo de muchos años, me da miedo que se quede solo, dejarlo, no me da miedo morirme yo, me da miedo que se quede solo, que ya no esté yo junto a él”.
La gente, en los comentarios, siempre reacciona cariñosamente a estas historias y hasta le piden, con respeto, que un día se anime a contar su historia de amor.
“Hay una canción que dice ‘eres secreto de amor...’ No sé, en algún momento, en algún momento lo haré”, dice en entrevista.
Compartió que, especialmente la comunidad LGBTTI ha recibido positivamente estos contenidos, pero él procura hacer un balance y hablar de todo.
“Tengo 73 años y el mundo gay o como se decía en esa época, ‘de ambiente’, era total y absolutamente diferente, la apertura no era como la de ahora. Yo tuve la suerte de vivir en una familia muy entendida de todo, no tenían ningún problema con lo que yo era”.
También fue afortunado, dijo, de que nadie nunca lo atacó.
“Siempre he sido una persona educada, jamás me meto con nadie, he sido trabajador, nunca he quedado mal con nadie. Claro que no traía un letrero con una flecha que dijera ‘Aquí va el joto’, ¡pues no!, pero tampoco soy el Cid Campeador, se daban cuenta pero siempre recibí un respeto absoluto”.
Platicador desde pequeño por herencia de su madre y de su abuela, Pedro Sola contó (con su ya conocido “Te voy a contar una anécdota”, que usa en en YouTube) de cuando era estudiante y le dijeron: “¡Mira, allí va el maricón (o el joto)!”
“Otro compañero que estaba con el que me dijo eso le respondió: ‘Noo, lo que pasa es que él es de teatro’; como si haciendo teatro ya no importaba (tu orientación sexual). Yo hacía muchas obras de teatro y la gente nos iba a ver. Había un sentido de admiración porque, aparte de estudiar una carrera universitaria, nosotros nos dedicábamos al arte”.
Estos días que no puede reunirse con su equipo de video, está usando la tecnología para no dejar sin videos a sus sobrinos virtuales.
“La gente me considera como el Tío Gamboín de aquella época, un hombre mayor que era el tío de los niños; yo creo que todos tenemos un tío que queremos, todos respetamos a ese tío y yo soy el tío de todos estos jóvenes”.