Más Información
Aunque creció con una mamá feminista, la actriz Ximena Romo comparte que se ha dado cuenta de cómo el machismo y el patriarcado está en las historias que las mujeres se cuentan y que las construyen.
"Está en la idea del amor romántico, de cómo me visto y para quién, por qué hago lo que hago, como puedo estar sola, cómo puedo tener una relación", señala.
"A partir de esas cosas yo he ido despertando y en mi trabajo ha despertado esta consciencia de que lo que hago es sumamente importante para una sociedad porque estamos construyendo continuamente lo que es ser mujer".
Lee también:
La actriz explica que por ello lucha por encontrar personajes que se salgan de los estereotipos alrededor de la mujer y que por el contrario lleguen para cuestionar al público.
Así llega a la serie " Señorita 89 ", próxima a estrenarse por la plataforma de entretenimiento Starzplay , y que define como una historia con perspectiva muy femenina.
"Va acerca de que el cuerpo de la mujer sigue siendo para los demás, es un objeto para los demás. La mujer está siendo objetivizada y vista como algo que tiene que ser complaciente, algo que tiene que servirle a un hombre y en la serie entra la temática de toda esa oscuridad que hay detrás de querer que la mujer sea algo que se puede poseer”, reflexiona.
Lee también:
"Señorita 89" sigue los concursos de belleza en la década de los 80.
En el marco de la presentación de la serie que protagonizan tanto Romo como Ilse Salas y Natasha Dupeyrón, entre otras, y quienes formaron parte de la alfombra roja que Starzplay realizó este martes, Ximena también se adentra al debate de movimientos como el "Me Too", que precisamente surgió de mujeres buscando visibilizar sus historias de acoso y abuso y buscando ser respetadas.
"En los últimos años ha estallado esto porque es algo que ha sucedido por toda la historia de la humanidad y apenas ahorita las mujeres nos estamos dando cuenta que eso no lo queremos, no está bien y la verdad está tan entretejido en nuestra vida cotidiana, en nuestras relaciones íntimas, profesionales, sociales, que tenemos que hacer una deconstrucción realmente fuerte para empezar a construir nuevas formas de vernos a nosotras mismas, nuestras relaciones con otros”, apunta.
"Me parece que los movimientos que han surgido son muy importantes, nos han despertando sobre todo a las mujeres y nos han dado una nueva sensación de poder, energía, de vernos a nosotras mismas como autónomas, personas que tenemos el derecho a cargar nuestro propio cuerpo, somos dueñas de nosotras mismas y ta no podemos seguir con lo que venía todo este tiempo".